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En México las mujeres ocupan menos de 5% de los lugares en las juntas directivas del sector privado en empresas que cotizan en el mercado de valores, dijo la consejera especial para el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Gabriela Ramos.
“En México estamos muy mal”, afirmó durante el coloquio La Inclusión de Mujeres en Espacios de Dirección Empresarial: Perspectivas Global y de Latinoamérica.
Destacó que el país se ubica por debajo del promedio de la OCDE e incluso de otros países latinoamericanos como Colombia y Brasil, en donde las mujeres ocupan cerca de 11% y 6% de los puestos directivos, respectivamente.
Ramos advirtió que esto desafortunadamente refleja la baja participación de la mujer mexicana en la fuerza laboral.
“Si bien estamos mejorando, el ritmo de incremento sigue siendo moderado y seguimos estando muy por debajo del promedio de la OCDE”, ponderó.
En el caso de las autoempleadas, en México ganan 47% menos que los hombres, lo que representa una diferencia mucho mayor al 33% en las economías de la OCDE, refirió.
Para reforzar sus comentarios, enfatizó que cuando se trata de trabajos similares la diferencia salarial sigue siendo significativa.
Estableció que si bien se han dado avances, otros países como Australia, Chile, República Checa, Japón, Polonia, Portugal, Luxemburgo y Suiza han adoptado lo que se conoce como soft targets para el balance en los puestos de las emisoras que cotizan en las bolsas de valores.
Otros han tomado medidas más contundentes al imponer cuotas obligatorias en las juntas directivas, como por ejemplo Israel, Francia, Islandia y Noruega.
“México no puede quedarse atrás; la era de los consejos directivos repletos de hombres trajeados está llegando a su fin”, advirtió al señalar que cada vez más se medirá la calidad de una empresa por su balance de género.
Aseguró que los más beneficiados serán los hombres, porque tendrán más tiempo para su familia y para mejorar su calidad de vida.
Para la representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Verónica Zavala, si bien se han dado buenas noticias en México y la región, quedan retos por atender como la brecha salarial y la informalidad.
A su vez, la tesorera de la Federación, Irene Espinosa, dijo que hace falta promover la elaboración de una lista de mujeres con experiencia y capacidad para que puedan ser contempladas en los movimientos que se den en las empresas e instituciones públicas.
Ignacio Rubí, de la Secretaría del Trabajo, señaló que el andamiaje institucional pone trabas para la igualdad, y advirtió que si bien la norma mexicana de igualdad está avanzando no tiene la denominación mx para poder ser una norma oficial mexicana como distintivo incluyente en algunas empresas como las del sector agrícola, libres de trabajo infantil.
Para la especialista Maricarmen Bernal, no se puede vivir de las glorias del pasado.
En tanto, la embajadora de México ante la OCDE, Mónica Aspe, manifestó que en el país todavía hay muchas resistencias culturales.
