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Si bien se han dado pasos importantes para combatir la evasión fiscal de las multinacionales, uno de los mayores retos para los países será lograr que las empresas de la economía digital paguen sus impuestos, dijo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En el reporte sobre los avances del proyecto Beps que entregó a los líderes del G20 durante la cumbre que se celebró en Hamburgo, Alemania, señaló que se necesitará hacer cambios en el sistema impositivo.
Se requiere eliminar los regímenes preferenciales en materia del Impuesto al Valor Agregado (IVA), para gravar correctamente a las empresas de la economía digital como las ventas online, plataformas de comercio y aumentar el cumplimiento.
La Unión Europea, uno de los primeros adoptantes, ha identificado del total de los ingresos del IVA declarados por medio de un régimen de cumplimiento simplificado (Mini One Stop Shop o MOSS) en su primer año de funcionamiento en 2015, alrededor de 3 mil millones de euros.
Es decir, 70% del total de los suministros de servicios y bienes intangibles transfronterizos que se encuentran en el ámbito de aplicación de este esquema simplificado.
El proyecto Beps surgió para evitar que las multinacionales declaren menos impuestos en los lugares en donde obtienen ganancias.
Se encontró que varios corporativos con actividades en diversos países se llevaban las utilidades obtenidas en cierta localidad a otra jurisdicción con una tasa impositiva baja.
Para ello, la OCDE estableció 15 acciones para combatir estas prácticas, una de ellas es abordar los desafíos fiscales de la economía digital.
Esta acción analiza los riesgos del Beps exacerbados en la economía digital y muestra el impacto esperado de las medidas desarrolladas en el proyecto. Se reconoce que la economía digital no puede ser cercada y propone opciones técnicas para enfrentar los desafíos fiscales.
Para nivelar el campo de juego entre los proveedores nacionales y extranjeros, se sugiere enfrentar el reto de recaudar el IVA en este sector sobre los servicios e intangibles suministrados por terceros, en la jurisdicción donde se encuentra el consumidor.
Según el reporte, hay un enorme interés de países de la OCDE y el G20 que están de acuerdo con este enfoque, pero los que han avanzado para cobrar el IVA en estos servicios intangibles son Australia, India, Nueva Zelanda y Sudáfrica.
Buenos resultados. En el reporte se establece que el proyecto Beps ha servido para que las multinacionales cambien su enfoque sobre la relación entre el pago correcto de impuestos y la reputación de los corporativos.
Refiere que de acuerdo con una encuesta elaborada por Deloitte entre directores de impuestos, 55% mencionó que su negocio cambió la forma de hacer planeaciones fiscales en operaciones transfronterizas como resultado de las acciones de Beps.
En Asia, 75% de las empresas dijo no estar dispuesto a utilizar alguna estrategia fiscal percibida como agresiva aunque fuera legal.
El documento indica que son 100 países y jurisdicciones de ato nivel que han expresado su compromiso para trabajar juntos para combatir la evasión de las multinacionales.
México es uno de ellos, junto con Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica y Panamá.