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maria.saldana@eluniversal.com.mx
Las promesas de que en este sexenio se tendrán crecimientos de 5% no se concretan y hay pocas posibilidades de que se logre, al menos en la próxima década, detalló el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Las reformas no impulsaron la economía, hay altos niveles de deuda, aumentó el gasto público, disminuyó la inversión pública y persisten elevados niveles de pobreza y desigualdad, lo que exige mayores acciones para revertir la situación.
Los pronósticos de que mejore el panorama no se esperan de aquí a los próximos 10 años, según especialistas del sector privado, al esperarse tasas promedio de 2.75% para ese periodo, dijo el CEESP.
En el documento semanal, el CEESP, que dirige Luis Foncerrada Pascal, aseguró que las 11 reformas estructurales que se aprobaron no generaron los niveles de bienestar que se requieren para sustentar un futuro estable para los hogares.
Si bien no se alcanzaron las tasas de 5% que se anticiparon con la concreción de las reformas, tampoco se logró alcanzar 3% promedio anual que se tendrían aún sin el efecto de los cambios estructurales, explicaron los economistas del CEESP.
Se presentaron otros factores como que el gasto público creció “significativamente”, lo que provocó un aumento de los niveles de deuda del país, en 12.5 puntos porcentuales entre 2012 y 2016, para llegar a 50% del PIB.
Otro de los temas que preocupa es que se registró un aumento “fuerte” del gasto público en este sexenio y buena parte de estos recursos provinieron de la disminución del presupuesto en inversión física.
Aunque el gobierno redujo su gasto corriente y eso se empieza a reflejar en las finanzas públicas, “el trabajo en materia de eficiencia de recursos no refleja buenos resultados”.
Los niveles de pobreza y desigualdad “siguen elevados y el ritmo de crecimiento de la economía no ha visto un beneficio claro del considerable aumento del gasto público”. E incluso, el presupuesto público reporta una incidencia negativa al crecimiento desde 2015.