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Incluir cláusulas anticorrupción en la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLCAN) sería bueno para México, dados los pocos avances que se observan para implementar el Sistema Nacional Anticorrupción, consideró el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
“Los temas anticorrupción en el país están un poco enlodados, hay muchas señales de que no estamos avanzando como sociedad y que se incluyan esos temas en los acuerdos paralelos, acuerdos adicionales o en el mismo tratado es bueno para México, porque eso nos va a jalar, más allá de que internamente no resolvamos las diferencias, por presión de afuera o cumplir con nuestros socios comerciales, probablemente avancemos más rápido”, dijo la presidenta del instituto, Adriana Berrocal.
En conferencia de prensa, señaló que históricamente México se distingue por resolver sus problemas hacia fuera y con sus contrapartes.
Para el presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, Gabriel Casillas, de darse, “tendremos que cumplir a rajatabla”.
Refirió que en Perú para combatir la corrupción sé adoptó la ley anticorrupción de Estados Unidos, a través de la cual si se detecta algo indebido en un proceso, la empresa involucrada automáticamente queda vetada o inhabilitada por algunos años.
Mencionó que la corrupción no sólo está del lado del sector público, sino en el privado, pues muchos empresarios dicen off the record que la forma de operar es por medio de esa vía.
“El acuerdo laboral, el ambiental y el anticorrupción, son acuerdos que a lo mejor van a ser más complicado que las empresas los cumplan, lo más seguro es que sí y eso nos va a poner una camisa de fuerza para hacer cosas buenas para lograr que sucedan y que la batalla anticorrupción funcione”, señaló.
En cuanto al tema ambiental, mencionó que muchas empresas han ganado premios, mientras que no todas las estadounidenses cumplen.
Batalla ganada. Sobre el documento que presentó Estados Unidos como guía para renegociar el Tratado de Libre Comercio con México y Canadá, afirmó que se puede decir que ya se ganó la primera batalla.
“Ya se ganó la primera batalla, que es que no estén los aranceles en la mesa, tarifas, cuotas y cupos; es 50% de la negociación”, afirmó.
Sin embargo, advirtió que no se espera un camino “exento de baches”, porque pueden surgir por ahí algunos tuits o declaraciones del presidente Donald Trump que generen ruido.
Lo que sigue es ver la parte del déficit comercial que Estados Unidos pretende reducir, que se ve complicado porque México también importa muchos productos.
“Es una estupidez querer reducir un déficit, eso en cualquier universidad en Estados Unidos o en el mundo, de corte de economía, te lo enseñan. Hasta suena raro porque al leer el documento en el que se dice que quieren reducir déficit, pero sin tarifas, cuotas, es como decir: ‘Sí quiero, pero no quiero’”, explicó.