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cartera@eluniversal.com.mx
México y Estados Unidos anunciaron que llegaron a “un principio de acuerdo” sobre el comercio del azúcar, aunque sin el aval de los refinadores del país del norte y bajo la condición del gobierno de Trump de que si no se cumple el convenio a cabalidad “habrá penas significativas”.
Los ajustes al nuevo pacto incluyen limitaciones a la entrada del endulzante refinado mexicano al mercado estadounidense y nuevos precios.
Los titulares de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, y de Economía, Ildefonso Guajardo, informaron en Washington los convenios logrados.
Se reduce la calidad del azúcar refinada mexicana que puede entrar a Estados Unidos a sólo 30% del total y se aumentaron los precios mínimos a los que ingresará la mercancía.
Pese a que Ross expuso que “la parte mexicana ha aceptado casi todas las peticiones hechas”, la industria estadounidense no se pudo sumar al acuerdo “en su forma actual”.
Ross espera que “en cuestión de días” se llegue al entendimiento para abordar el texto final. Aseguró que México estuvo de acuerdo en incrementar las medidas de cumplimiento para que, en caso de violación del acuerdo, haya “penas significativas”, incluyendo la reducción del volumen de azúcar.
Como parte del acuerdo se suben los precios mínimos a los que puede entrar el azúcar mexicana al mercado estadounidense, de 22.25 a 23 centavos de dólar por libra para la cruda, es decir, de polaridad de 99.2%; y para la refinada, de 26 a 28 centavos —aquella de 99.5% de polaridad—.
Ross agregó que el acuerdo azucarero de diciembre de 2014 incluía que 53% de azúcar sería refinada y se reducirá a 30%; mientras que el porcentaje de exportación para la cruda sube de 47% a 70%.
Acceso al mercado. Para Ildefonso Guajardo, “lo más importante es que se mantiene el acceso al mercado de azúcar en los mismos términos de 2014, aunque cambia en términos de polaridad y de la cantidad de azúcar refinada y cruda que exportarán”.
El diálogo sobre el azúcar era visto como un preámbulo de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Ambos secretarios expresaron que los dos meses y medio de relación por el tema azucarero les ha permitido “conocerse mejor”, lo que para Guajardo es un “activo” hacia el futuro.
El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Sonny Perdue, aseguró que el acuerdo da ventajas comerciales a los productores de azúcar de ese país, además de que muestra la buena fe de ambas partes para la futura renegociación del TLCAN.
Rechazo. El acuerdo azucarero no gustó del todo a los productores cañeros mexicanos y recibió el rechazo de la industria estadounidense.
Para el presidente de la Unión Nacional de Cañeros de México, Carlos Blackaller, con este acuerdo hay “mayores restricciones de acceso que las impuestas en diciembre de 2014”, aunque el país mantiene su estatus de exportador de azúcar.
Dijo que lo “negativo” es que 70% del azúcar deberá ser cruda, cuando antes solamente fue 43% y se entregaría a las refinadoras estadounidenses para que la depuren.
Por la tarde de ayer, un grupo de azucareros estadounidense de Agralytica advirtieron que es la “peor forma de manejar el comercio”.
Este “principio de acuerdo”, al no tener el aval de los refinadores estadounidenses, se puede impugnar y llevar a la corte por la inconformidad, advirtió la especialista en comercio exterior, Luz María de la Mora, de LMM Consulting.
El ex subsecretario de Comercio Exterior, Francisco de Rosenzweig, dijo que el acuerdo puede firmarse aun sin el aval de los refinadores, aunque debe someterse a una consulta.