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maria.saldana@eluniversal.com.mx
A favor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y separándose de la visión del gobierno estadounidense de que el convenio los dejó en desventaja, el líder del Instituto Americano del Hierro y del Acero, Thomas J. Gibson, dijo que en el sector acerero hay claros beneficios. Además, aseguró que la economía del vecino país no tiene déficit y más bien hay una relación comercial balanceada.
Durante la sesión de consultas que realiza el gobierno estadounidense rumbo a la modernización del TLCAN, afirmó que el acuerdo permitió triplicar las exportaciones entre los tres países, además de que se fortaleció la cadena de proveeduría.
De acuerdo con el gobierno mexicano, Estados Unidos registra un superávit comercial de productos terminados de acero con México de un millón de toneladas desde 2012.
Respecto a las cadenas de proveeduría, EU envía a México 40% de sus exportaciones totales y 50% a Canadá.
Gibson dijo que la renegociación del tratado debe encaminarse principalmente al endurecimiento en el control de las reglas de origen del acero y elevar los requisitos del contenido regional, a fin de que las inversiones y los empleos se generen en las tres economías.
Por ejemplo, la regla de contenido regional de los automóviles que se arman en los tres países del TLCAN es de 62.5% para vehículos terminados, un porcentaje que es de los más altos, por lo que permitió que se instalaran más plantas de autopartes en la región.
Para el industrial estadounidense, las tres naciones integrantes del TLCAN deben “trabajar coordinadas y sumar esfuerzos en el combate al comercio desleal de productos siderúrgicos”, ya que se estima que hay sobreproducción de acero, sobre todo procedente de China, que provoca la caída de los precios del producto.
Uno de sus planteamientos es incluir en el TLCAN los compromisos del Fondo Monetario Internacional en materia de disciplina fiscal, pues, a pesar de que los tres países se sujetan a dichas acciones, el organismo internacional no tiene mecanismos de sanción que obliguen a adoptar esas medidas.
Gibson también consideró que es necesario incluir en el TLCAN mejoras a la infraestructura fronteriza, procedimientos ágiles para el cruce de mercancías, así como un marco normativo que regule a las empresas estatales de los tres países y así evitar que se generen distorsiones comerciales que afecten al mercado.