Maria.saldana@eluniversal.com.mx
Las presiones sobre los precios de los productores pueden mantenerse por un tiempo más prolongado, pues aún hay riesgos pese a las medidas que tomó el Banco de México (Banxico) para impedir un incremento mayor en la inflación, dijo el CEESP.
A la par del alza de tasas de interés que realizó el banco central, al llevar la tasa de interés interbancaria a 7%, se observan afectaciones en el consumo, en la inversión y un menor ritmo de crecimiento económico.
“Es importante recordar que los efectos de la política monetaria no son inmediatos, y es probable que también la inflación muestre aumentos adicionales debido a que de igual forma, el efecto del tipo de cambio, que es la principal variable que ha incidido en la evolución de los precios, aún no haya reflejado su impacto total”, indicó el centro de estudios.
Por otro lado, los avances de las reformas estructurales son “menores a los anticipados, por lo que es momento de evaluar los logros y plantear posibles ajustes que permitan avances más rápidos”, destacó.
Aunque la función del Banco de México: “Ha sido encomiable, es claro que se requiere fortalecer con medidas adicionales”, además de que esas decisiones podrían afectar el crecimiento económico y por lo tanto al empleo.
“El consumo se ha visto presionado por el efecto de los precios al consumidor y en parte por el costo del financiamiento, ahora podría verse afectado por un menor ritmo de crecimiento de la economía que se reflejaría en un impacto en la masa salarial. Por una parte, la creación de empleos se limitaría”.
Para el CEESP, existe la posibilidad de que en Estados Unidos incrementen en dos ocasiones más la tasa de interés y México “tendría que responder en la misma dirección, ocasionando que el costo del crédito se elevara a niveles que afecten con mayor fuerza el consumo y la inversión”.
