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miguel.pallares@eluniversal.com.mx
La comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual, entre otras minorías, puede aportar 80 mil millones de dólares al Producto Interno Bruto (PIB) de México; sin embargo, la discriminación y falta de políticas incluyentes en empresas familiares merma el potencial del sector, detallaron empresarios y expertos consultados por EL UNIVERSAL.
“Hay una relación entre el PIB y la cantidad de derechos para lesbianas, gay y bisexuales. Por cada derecho ganado en materia de diversidad, el PIB per cápita aumenta 400 dólares en cualquier país y cuando se habla de una legislación esto se multiplica por tres”, dijo César Casas, presidente de la Federación Mexicana de Empresarios LGBT (FMELGBT).
Tras analizar los datos estimados por la FMELGBT y del Inegi, los 400 dólares de incremento representarían un alza de 4.6% en los 8 mil 541 dólares de PIB per cápita para 2016, mientras que los 80 mil millones de dólares implicarían un alza arriba de 7%, al tomar un PIB de un billón 45 mil millones de dólares.
Pero no todas las empresas en México están dispuestas en adoptar políticas de inclusión, el rechazo proviene en su mayoría de organizaciones familiares y tradicionales.
Pink Market
El llamado pink market o mercado rosa es también otra área con potencial en la economía mexicana. Este nicho de negocio se refiere a las compras y consumo de las personas identificadas como LGBT, quienes llegan a tener gastos superiores o premium en comparación con hombres o mujeres heterosexuales.
“El pink market o pink money [dinero rosa] no está del todo desarrollado en México, aunque cada vez empieza a crecer más. Hay estudios en Europa y Estados Unidos que muestran a este sector o segmento del mercado más fuerte, porque tiene mucho más poder económico”, explicó Karla Barajas, investigadora de la Universidad Anáhuac.
Pero no todo es color de rosa. A la comunidad gay no le gustan los productos diferenciados, en realidad, le disgusta. Hace unos años, Cervecería Minerva maquiló por medio de una alianza marcas de cervezas dirigidas a este nicho; sin embargo, no se tuvo el boom esperado y ahora la compañía no tiene entre sus planes lanzar un producto similar, por considerar un error el hecho de diferenciar por preferencia sexual, dijo Jorge Briseño, director general de la empresa.
Empresarios y especialistas coinciden en el rechazo hacia productos “clasificados” para la comunidad LGBT; en cambio, reconocen que la oportunidad radica en generar artículos o servicios incluyentes; es decir, en permitir que las características o estilos de vida de la comunidad gay no sean obstáculo para un beneficio.
Lincoln Carrillo, director ejecutivo de la banca de transacciones globales de Scotiabank y vicepresidente de Scotiabank Pride, el grupo LGBT del banco, explicó que su institución no busca diseñar productos específicos o que encajonen con una población en particular.
“Más bien estamos buscando que nuestra oferta de productos pueda ser extensiva a cualquier persona”, destacó.
En México, los datos sobre el pink market no abundan. De La Riva Group, agencia de investigación de mercados, publicó en 2004 un estudio sobre este nicho, pero decidió no volverlo a realizar ya que la diferenciación de productos o servicios se ha vuelto nula. Euromonitor International y ComScore tampoco tienen información. Tras los cambios en la percepción de este mercado, De La Riva Group recién publicó un estudio en hombres de 31 a 50 años sin importar su preferencia sexual, donde el pink market aparece como una “nueva” masculinidad.
De acuerdo con estimaciones de la FMELGBT, entre 8% y 12% de la población en México es homosexual; sin embargo, esta cifra es difícil de comprobar porque considera a las personas “dentro del closet” o que no han declarado abiertamente su homosexualidad y aquellas “fuera del closet” o reveladas abiertamente.
Hoy 80 multinacionales y mil empresarios (proveedores) participan con la FMELGBT. Cuando los socios de una empresa son 51% de la comunidad LGBT obtienen un certificado internacional de la federación y entonces aquellas multinacionales con políticas de diversidad compran más a proveedores acreditados.
Según la encuesta sobre homofobia y el mundo laboral en México de 2014, las principales ocupaciones de ese sector eran ventas, docencia y comunicación, pero sólo de 21% sus compañeros sabían de su preferencia sexual.