Más Información
Rosa Icela Rodríguez se reúne con próximo titular del INM; “arrancaremos el 2025 con mucho trabajo”, asegura
SSa llama a tomar medidas preventivas ante bajas temperaturas; pide proteger salud por temporada invernal
Oposición tunde diseño de boletas de elección judicial; “la lista definitiva la harán Monreal y Adán Augusto”, dice Döring
Padres de normalistas de Ayotzinapa marchan a la Basílica de Guadalupe; exigen cárcel para los responsables
3 de cada 10 veces que se vende bacalao en México es carne de otras especies: ONG; llaman a CONAPESCA a rastrear productos
maria.saldana@eluniversal.com.mx
Aunque en algunos países candidatos ganaron posiciones de gobernanza con discursos proteccionistas y populistas, en México no se ven posibilidades de que lo logre un aspirante “antisistema”, dice la directora de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Gabriela Ramos.
Sin embargo, reconoce que las elecciones siempre son inciertas.
En entrevista con EL UNIVERSAL, la representante del organismo explica que el discurso “antisistema” es atractivo en algunas naciones por los sentimientos de aquellas poblaciones que han visto reducir sus beneficios del régimen económico que les ha regido.
“Al final de cuentas, los candidatos que ganan son los ‘antisistemas’. En México no veo que vaya a ganar un ‘antisistema’ porque todos los partidos son oficiales y todos los posibles nombres [para ser candidatos] han tenido funciones públicas.
“No pienso que haya una comparación, aunque las elecciones siempre son inciertas”, destaca la mexicana.
Aunque la corrupción es un problema que se debe atacar en México, Gabriela Ramos afirma que los casos relacionados con desvíos de recursos de algunos de los gobernadores del país van a influir.
Lo que va a pesar sobre la decisión electoral es la idea de qué nación quieren los mexicanos y con las propuestas que presenten los aspirantes a representar los escaños de representación popular.
“Pero por ahora no se sabe quiénes son los aspirantes ni lo que proponen”, añade la directora.
Viejos problemas
Gabriela Ramos comenta que México es un país que tiene “problemas viejos”, en vías de desarrollo y con rezago en inversión pública, y con altos niveles de desigualdad e informalidad.
Sobre el debate que abrió el premio Nobel de Economía (2001) Joseph Stiglitz y la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, sobre las fallas del capitalismo, Ramos dice que una reflexión que debe hacerse es que “nos hemos enfocado demasiado en crecer” y no en analizar la regresividad de los impuestos, es decir, que pagan más los que menos tienen y menos los que tienen más.
Ramos comenta que es necesario buscar la progresividad de los impuestos y evaluar si se aumenta la carga tributaria al capital.
La representante de la OCDE asegura que México está mucho mejor en materia económica respecto a otras naciones, pero no puede divorciarse del entorno externo, en el que hay incertidumbre y que lleva a “navegar en aguas turbulentas”.
“La situación de México está mucho más sólida que el año pasado. Actualmente tiene riesgos, pero la fotografía que tomamos hoy es más positiva de lo que se tomó anteriormente”, añade la también Sherpa del G20.
Falta de certeza en TLCAN
Ramos dice que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no genera certidumbre porque existe la posibilidad de que se hagan realidad las amenazas proteccionistas.
No obstante, considera que el acuerdo entre los gobiernos de México y Estados Unidos en torno al tema del azúcar fue positivo, porque prevaleció la apertura y el endulzante nacional podrá enviarse a su principal socio comercial a pesar de las condiciones.
Menciona que en caso de que haya un cambio de la política comercial estadounidense y utilice un criterio proteccionista, puede haber efectos en la confianza y la estabilidad que requiere la economía mundial para avanzar.
Retos del país
De visita por el país, donde recibió el Reconocimiento de Forbes a la Excelencia Empresarial, admite que la economía mexicana tiene diversos retos que enfrentar para dinamizar su ritmo de crecimiento.
Si bien se aumentó la recaudación y compensó la baja de precios del petróleo, dice que se necesitan incrementar los ingresos públicos, mejorar el presupuesto, sobre todo el destinado a inversión pública.
Ramos reconoce que la decisión de los recortes presupuestales del gobierno federal fue “desafortunada”, pero prevé que se revierta la situación y se aumente la inversión privada.
Comenta que el nivel de endeudamiento de México —menor a 50%— está por debajo del promedio de los países integrantes de la OCDE —90%—, por lo que no hay motivo para una alarma o alerta, porque aunque aumentó es sostenible y el país mantiene el grado de inversión y su atractivo.
Gabriel Ramos afirma que la inflación del país se encuentra fuera del objetivo del Banco de México (Banxico), pero a pesar de que hay un impacto en los bolsillos de las familias, este efecto es de sólo una vez.
La representante de la OCDE asegura que la paridad peso-dólar no es un tema de preocupación y que en recientes jornadas la moneda nacional ha recuperado parte del terreno perdido frente a la divisa estadounidense.