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Para la industria petrolera mundial, 2016 fue un mal año.

Informes de la petrolera inglesa BP y del Departamento de Energía de Estados Unidos revelan que los resultados alcanzados el año pasado reflejan cambios en los patrones de consumo que al final impactaron las finanzas de las principales empresas petroleras multinacionales.

La edición 2017 del Informe estadístico mundial de energía, de BP, publicada ayer, indica que en 2016 la demanda global de energía se encontró en una posición carente de fortaleza por tercer año consecutivo, porque avanzó únicamente 1%, cerca de la mitad de la tasa promedio de crecimiento de la década pasada.

Esta expansión provino de economías en desarrollo de rápido crecimiento como China e India, que en conjunto representaron la mitad del total de dicho crecimiento.

Los precios bajos de este año hicieron que la demanda de crudo aumentara 1.6%, mientras que el incremento en los niveles de producción se vio limitado a sólo 0.5%.

La producción de gas natural también se vio afectada de manera adversa por los precios bajos, pues creció únicamente 0.3%.

Incluso en Estados Unidos la producción de gas cayó en 2016, la primera reducción que se reporta desde la llegada de la revolución del petróleo de esquisto a mediados de la década del 2000.

La US Energy Information Administration (EIA, por sus siglas en inglés) argumentó que las 67 empresas petroleras que cotizan en el mercado de valores de EU redujeron, por segundo año consecutivo, sus reservas probadas de petróleo crudo, por problemas como una sensible caída en sus inversiones, que las obligó a revisar a la baja sus recursos existentes, y por menores descubrimientos.

El reporte de autoridades estadounidenses sostiene que 16 de las 21 empresas que producen más de 250 mil barriles por día redujeron sus gastos de capital. “Esas 21 empresas, en conjunto, recortaron gastos por 10 mil 600 millones de dólares en 2016”.

Incluso en lo que va de 2017, los montos de inversión de las petroleras resultan inferiores a las realizadas en los primeros meses del año pasado.

Después de la caída del precio del crudo en 2014, las compañías redujeron gastos, sobre todo sus presupuestos de exploración y desarrollo. Por ello y el efecto combinado de otros factores provocó una reducción en el nivel de reservas probadas de estas 67 empresas en 5.4 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

Industria petrolera tuvo un 2016 malo, coinciden BP y EU
Industria petrolera tuvo un 2016 malo, coinciden BP y EU

Petróleo crudo. El reporte de BP sostiene que en el caso del petróleo crudo, su precio promedió 44 dólares por barril en 2016, el más bajo desde 2004. Explica que el consumo mundial se incrementó de manera importante, al crecer 1.6% equivalente a 1.6 millones de barriles al día, situándose por encima de la tasa promedio de 10 años por segundo año consecutivo.

Comenta que se reportaron grandes incrementos en la demanda por parte de India (hasta 300 mil barriles por día) y Europa con un volumen similar, mientras que la demanda de China siguió creciendo hasta alcanzar 400 mil barriles diarios. Los precios bajos tuvieron un impacto en el crecimiento de la producción global de crudo, que avanzó sólo 0.5% (el incremento más bajo desde 2009), es decir, apenas 400 mil barriles por día.

Dentro de ese total, la producción de la OPEP subió en un millón 200 mil barriles, siendo Irán, Irak y Arabia Saudita los que tuvieron los mayores crecimientos (700 mil barriles, 400 mil y 400 mil, respectivamente).

En contraste, la producción de crudo fuera de la OPEP, los llamados productores independientes, entre los que se encuentra México, experimentó el retroceso anual más grande que hubiera visto en 25 años.

Las caídas más grandes en la producción se originaron en la industria petrolera de EU, China y Nigeria.

Respecto a la industria del gas, BP sostiene que el consumo mundial se incrementó 1.5% en 2016, cifra por debajo de la tasas promedio de los últimos 10 años, que fue de 2.3%.

Sin embargo, argumenta que hubo importantes incrementos en el consumo de gas en Europa (hasta 6%), Medio Oriente (3.5%) y China (7.7%).

De hecho, la producción mundial de gas natural se incrementó sólo 0.3%: el crecimiento más pobre en producción de gas de los últimos 34 años, sin contar la crisis financiera.

Con precios más bajos, la producción de gas de EU cayó por primera vez desde que comenzó la revolución del gas de esquisto o shale.

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