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Pese a los niveles históricos que ha alcanzado el índice de precios en las últimas semanas, las expectativas del banco central se mantienen ancladas y la inflación no se encuentra fuera de control, aseguró el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.

“Hemos tenido 10 meses con inflación al alza, llegando a 6.17% en la primera quincena de mayo. Yo de lo que los quiero convencer es que no está desanclada y no está fuera de control. Ese es el punto más importante”.

En la reunión nacional de consejeros de BBVA Bancomer, destacó que de no haber actuado el Banxico y ajustado su tasa de referencia, la inflación habría alcanzado niveles de 8%.

“Si no hubiéramos hecho nada lo más probable es que ahorita estuviéramos en tasas de inflación cercanas a 8%, y la inflación se hubiera desanclado y a finales del año entrante estaríamos en niveles de 7% si hubiéramos sido tímidos al momento del triunfo de Trump”, explicó.

Carstens reconoció que la inflación se encuentra en los rangos más elevados en años recientes. Además, explicó que desde las elecciones en Estados Unidos, en noviembre de 2016, se han enfrentado presiones externas por la incertidumbre de las políticas económicas y la relación bilateral entre México y ese país.

“La meta [de inflación] es 3% y esperamos que vamos a estar muy cerca de ella. Pensamos que esta es la trayectoria que va a seguir la inflación, pero no la estamos viendo”, expuso.

En ese sentido, el gobernador recalcó que se espera que hacia 2018 la inflación regrese a rangos de entre 3% y 4%, una vez disipados los efectos de corto plazo sobre los precios.

“Nosotros vemos que sí hay una buena probabilidad de converger a 3% hacia finales del año entrante. Los analistas todavía son un poco cautos, están un poco arriba, pero sí parece ser que hay un consenso de que vamos a regresar al intervalo de variabilidad que ha definido el Banco de México”, comentó Carstens.

También destacó que el banco central ha realizado su trabajo para mantener anclada la inflación, aunque se trata de una labor complicada por el rezago en el que actúa el efecto de la política monetaria en la economía.

El gobernador dijo que la política monetaria que se ha aplicado en los últimos meses no debe afectar la actividad económica del país.

“En el largo plazo lo que ha venido haciendo el Banco de México ha sido más que nada una remoción de una gran acomodación monetaria, influida en muy buena medida por la gran liquidez que se creó en el mundo y que nos permitió por algunos años tener tasas de interés históricamente bajas. Por lo tanto, pienso que estas acciones que ha llevado el Banco de México no deberían afectar la actividad económica”, explicó.

Carstens destacó que la persona que ocupe su cargo a partir del año próximo tendrá el reto de confirmar la trayectoria a la baja de la inflación en México. “Espero que mi sucesor pueda confirmar que esta trayectoria esperada se está dando”.

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