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El clima de descontento social y de violencia, la falta de condiciones para invertir y producir, entre otros factores que generan dificultades para vivir en Venezuela, son muestra de que no funciona la adaptación de políticas populistas sin sustento real en la economía, por lo que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), advirtió que el gobierno venezolano no debe tomarse de ejemplo.

“Tenemos que cuidar que visiones cortoplacistas convenzan mentes y conquisten gobiernos”, advirtió el presidente del CCE, Juan Pablo Castañón, durante su mensaje semanal.

Se estima que en los últimos diez años cerraron medio millón de empresas, aproximadamente, aunque no hay cifras oficiales.

En cuanto al empleo en 2016 se calculó la pérdida de un millón de puestos de trabajo, lo que se traduce en una tasa de desempleo de 21%.

Mientras que la inflación de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, podría estar en 720% y el PIB de Venezuela decrece desde 2012.

“Así se comprueba una vez más al mundo que la adopción de políticas populistas, sin sustento real de la economía, únicamente provocan acciones espectaculares y aparentemente muy populares. Congelar precios, aumentar salarios, expropiar empresas, castigar supuestos abusos y, en una palabra, ahuyentar la inversión productiva y la generación de empleos fatalmente desemboca en una crisis generalizada”, advirtió.

Aseveró que el ejemplo de Venezuela deja claro que el populismo autoritario usualmente termina en fracaso y tiene costos sociales altos.

lsm

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