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El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con el objetivo de afectar la balanza comercial bilateral, incluyendo una imposición unilateral de aranceles u otras barreras comerciales sobre las importaciones, sería perjudicial para México.
Destacó que la incertidumbre en cuanto a las negociaciones ya ha hecho mella en la confianza y podría frenar la inversión a corto plazo.
En el informe Perspectivas Económicas, Las Américas: Historia de dos Ajustes, manifestó que la renegociación del TLCAN podría tener implicaciones importantes para México.
“Si se ejecutan bien los esfuerzos de cooperación para modernizar el tratado [por ejemplo, con el comercio electrónico y los servicios financieros] podrían generar dividendos de crecimiento para todas las partes”, dijo.
En ese contexto, el FMI ratificó el crecimiento económico que prevé para México de 1.7% en 2017, que significa una desaceleración frente a 2.3% logrado en 2016, para recuperarse con una expansión de 2% en 2018.
Además, reconoció que el Banco de México (Banxico) tiene problemas con la inflación principalmente por la liberalización de los precios de la gasolina, situación que se vio agravada por el traspaso de la depreciación del tipo de cambio a los precios, pero consideró que tiene espacio para hacer una pausa en la restricción monetaria.
“Si se considera la marcada desaceleración prevista en la actividad económica, el carácter transitorio de la presión inflacionaria, el crecimiento salarial que sigue bajo control y la reciente introducción de coberturas cambiarias, hay espacio para pausar la contracción monetaria a corto plazo”, ponderó el organismo internacional.
Al referirse a la flexibilidad de los esquemas de tipo de cambio en la región, el FMI consideró que en México las fluctuaciones de la moneda obedecieron a la demora en la reestructuración de la petrolera estatal, a cierto deterioro en la percepción acerca de la salud de las finanzas públicas y a la incertidumbre sobre un posible redireccionamiento de las políticas de Estados Unidos.
En el informe estima que la región de Latinoamérica y el Caribe saldrá de la recesión gradualmente en 2017, previéndose una expansión de 1.1% en 2017 y 2% en 2018. A mediano plazo prevé un crecimiento de 2.6%.
Al mismo tiempo, los continuos escándalos de corrupción están pesando sobre el ánimo en muchos países de la región, señaló.
Remesas e inseguridad pública. En el informe se alerta que una política de inmigración más restrictiva en Estados Unidos reduciría las remesas, que han desempeñado un papel clave de financiamiento y estabilización en el Caribe y América Central.
Al mismo tiempo, el FMI anticipó que una merma de la inmigración o una intensificación de las deportaciones podrían deprimir la productividad en los países cuyos migrantes tienden a ser poco calificados, como en los casos de México y Centroamérica, y podría ejercer una presión a la baja sobre los salarios.
En algunos países, la absorción de la mano de obra adicional podría ser difícil si el desempleo es alto, la respuesta de la inversión es lenta, o si hay discordancia de las aptitudes laborales entre los deportados y las plazas de trabajo disponibles, indicó.