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Como parte de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los fabricantes de autopartes promoverán la sustitución de componentes que se importan de China, Japón, Alemania y Corea, dijo Óscar Albín, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA).
Tan sólo de China, los fabricantes de autos de los tres países que conforman el TLCAN importan 30 mil millones de dólares al año en componentes.
De Japón se importan 21 mil 800 millones, de Alemania 14 mil 408 millones y un menor volumen de Corea.
“Lo puedo entender de Japón, Alemania y Corea porque tienen fábricas de automóviles y tractocamiones en Norteamérica, y necesitan traer motores y transmisiones para completar el vehículo”, dijo Albín durante el Mexican Automotive Forum.
“Pero China no fabrica un solo coche en Norteamérica, entonces aquí tenemos un problema, y este va a ser el tema a revisión en el tratado”, agregó.
Detalló que la mayor parte de esos componentes importados corresponde a piezas electrónicas.
Albín comentó que los fabricantes de autopartes en Estados Unidos se reunieron este lunes con el secretario de comercio estadounidense, Wilbur Ross, para discutir los temas que podrían incorporarse a la modificación del TLCAN.
También pedirán la protección de marcas en el mercado mexicano, es decir, reforzar el combate a la piratería de refacciones en México.
“Tenemos oportunidades que no se tocaron hace 22 años porque no existía el mercado electrónico, y otra es la protección de marcas. No tenemos problemas entre Estados Unidos, Canadá y México de protección de marcas o antidumping, pero sí con países asiáticos”, dijo Albín.
El mercado legal de refacciones para vehículos tiene un valor de 4 mil millones de dólares en México, pero no hay un estimado de cuánto es el valor del mercado pirata.
“Es una práctica desleal de comercio y no tenemos una buena defensa ante esas condiciones”, agregó Albín.
INA también pedirá revisar las reglamentaciones en las aduanas, pues entre Canadá y Estados Unidos el intercambio de mercancías es muy sencillo, pero entre México y Estados Unidos hay mucha tramitología, lo que resulta ineficiente para firmas consideradas como 100% confiables por el SAT.
Otro de los aspectos que INA pondrá sobre la mesa en la renegociación del TLCAN es el impuesto a la importación de acero proveniente de China, ya que Estados Unidos y Canadá no han implementado algún gravamen o arancel a dichas importaciones, pues su legislación es más complicada.
Sobre el incremento del contenido regional en la fabricación de vehículos y autopartes, Albín indicó que no podría subir demasiado, más allá de 62.5% en autos y 60% en autopartes, ya que si se eleva demasiado el contenido regional se tendrían fábricas de componentes cuyo volumen no se justificaría en determinado sitio o país.
“En lugar de favorecer la integración, pudiéramos favorecer la desintegración”, agregó el directivo.