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maria.saldana@eluniversal.com.mx
Después de nueve años de litigios e impugnaciones, la Organización Mundial del Comercio (OMC) autorizó a México imponer represalias comerciales contra Estados Unidos por el bloqueo al atún, por un total de 163.23 millones de dólares anuales.
Luego de la decisión del organismo, el gobierno mexicano anunció que prepara las sanciones a productos estadounidenses de importación.
El castigo que se le impuso a Estados Unidos podrá cobrarse mientras ese país no modifique las reglas violatorias al comercio internacional que aplica para el atún desde hace más de 30 años.
El gobierno federal anunció que con la cifra autorizada, equivalente a 3 mil 200 millones de pesos, solicitarán inmediatamente al Órgano de Solución de Diferencias de la OMC la autorización para imponer aranceles a la importación de un grupo de productos estadounidenses, es decir, suspenderle los beneficios del libre comercio.
La Secretaría de Economía también informó que se van a iniciar procedimientos internos para hacer efectiva la suspensión contra los bienes procedentes de Estados Unidos.
El 22 de mayo próximo es la reunión del Órgano de Solución de Diferencias, fecha en que se espera la autorización a México para que imponga los aranceles en forma de represalia, de acuerdo con fuentes del sector.
La autoridad mexicana puede imponer represalias comerciales hasta por 163.23 millones anuales como una medida de presión para que Estados Unidos elimine las reglas de etiquetado de atún, conocidas como “dolphin safe” o delfín seguro, sanción arancelaria que debe eliminarse en cuanto se retiren esas reglas.
Sin apelación. Esta decisión no podrá apelarla Estados Unidos y solamente podrán retirarse los aranceles cuando el gobierno de ese país deje de impedir el comercio de atún mexicano al negarle el etiquetado de delfín seguro, toda vez que México comprobó que el método de pesca que utiliza la flota marítima nacional cumple con los más altos estándares internacionales, para la protección de los delfines y sustentabilidad, y se encuentra regulado por el Acuerdo sobre el Programa Internacional para la Conservación de los Delfines.
El gobierno mexicano solicitó a la OMC autorización para imponerle represalias por 472.3 millones de dólares por año, mientras que Estados Unidos dijo que el daño sólo equivalía a 21.9 millones. Tras casi un año de análisis, el panel del organismo autorizó una tercera parte del monto del daño.
El director general adjunto para América del Norte de la Secretaría de Economía, Alberto Jiménez, dijo durante el Foro de Negocios México-Francia que el gobierno mexicano decidirá la fecha en que se iniciará con la imposición de aranceles.
Estas represalias sirven para presionar a que se retiren las reglas contrarias al libre comercio como se vio con las reglas de etiquetado de carne que unas semanas después de que se autorizó el monto de la sanción el gobierno estadounidense quitó esa normatividad.
Se sabe que en 2009 y 2010 el gobierno de México impuso a Estados Unidos represalias comerciales a mercancías de ese país (manzanas, papas, fresas, avena, salsa de soya, cátsup, artículos de higiene personal, alimentos enlatados, cuadernos, principalmente) por 5%, 10%, 15%, 20% y 25.
La decisión fue como una medida de presión para que se cumpliera con el compromiso del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, por el cual se debía permitir el libre tránsito de autotransportistas mexicanos por el territorio norteamericano.