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Si el presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump, cumple con su amenaza de imponer “grandes aranceles” al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), o incluso acabar con él, no sólo sufrirá México, sino también EU.
Esta alerta se desprende de dos análisis que reflejan la creciente preocupación al interior de las instituciones de la Unión Europea (UE) sobre la política hostil de la administración Trump, particularmente hacia México.
A los analistas no sólo les inquieta el patriotismo económico invocado por la Casa Blanca, también la determinación de materializar una narrativa aislacionista en perjuicio de las relaciones con México, como “la finalización de un muro fronterizo impenetrable”, la expulsión masiva de indocumentados, el desmantelamiento de las ciudades santuario, y la eliminación de órdenes ejecutivas introducidas por la pasada administración como paliativo a la falta de reforma migratoria.
“A los expertos les preocupa que las políticas de Trump pongan fin abruptamente a casi 30 años de relación exitosa entre EU y México”, sostiene un análisis publicado por el Servicio de Investigación del Parlamento Europeo.
“Esto podría provocar que México dé la espalda a EU y detenga la cooperación en asuntos como migración y la lucha contra el narcotráfico”, expone.
El análisis titulado México y la nueva administración de EU, elaborado por Enrique Gómez, señala que es improbable que la renegociación del TLCAN devuelva los empleos estadounidenses desvanecidos en las últimas décadas.
Dice que el aumento de los aranceles a las importaciones mexicanas tampoco es garantía para que vuelvan las compañías estadounidenses, debido a que México tiene otros tratados de libre comercio con el resto del mundo.
“La economía de EU también podría sufrir, ya que se estima que cubre casi la mitad de sus importaciones desde México”, menciona.
El Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea (EUISS) también llegó a esa conclusión.
Según el documento Comercio Internacional y Trump, firmado por la analista Lorena Ruano, la imposición de aranceles a México y China desencadenará una guerra comercial con significativas repercusiones geopolíticas. Trump se ha referido a fijar aranceles de 20% y 35% para ambos países.
Si bien Washington está en mejores condiciones para sortear una confrontación comercial de “ojo por ojo”, debido a que el peso del comercio exterior en su Producto Interno Bruto es menor al de sus socios (alrededor de 14% en comparación con 36% de México y 20% de China), esta ruta lastimará severamente a las industrias estadounidenses más globalizadas.
Aunque “las consecuencias políticas y de seguridad del cambio de la política comercial de UE podrían ser aún más serias que las económicas, debido a que el régimen del comercio mundial fue construido por EU como parte de una amplia estrategia se seguridad y política exterior”.
Destaca que el TLCAN no fue diseñado sólo para incrementar la competitividad de Norteamérica, sino para hacer de México un país “más próspero y menos peligroso”.
El informe sostiene que de llevarse a cabo los postulados patrióticos de Trump, es probable que aumente el antiamericanismo y el nacionalismo en todo el mundo.