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La tasa de desocupación de México se ubicó en 3.46% de la Población Económicamente Activa (PEA) durante febrero de 2017, la más baja en casi 11 años, informó el Inegi.
El dato que presentó ayer el instituto sólo se ubica por debajo de 3.15% que reportó en mayo de 2006.
El resultado de este indicador sorprendió positivamente al consenso del mercado, que esperaba para el segundo mes del año una tasa
de 3.64%.
Si se considera que en México hay más de 54 millones de personas que pertenecen a la PEA, significa que hay casi 1.9 millones de habitantes sin ocuparse en el mercado laboral.
Por género, la tasa de desempleo fue similar. La de hombres y mujeres fue de 3.5%, lo que representa que 1.1 millones de varones estén sin trabajo y más de 722 mil mujeres se encuentren en esa misma condición.
El Inegi informó que 18 de las 32 entidades federativas del país tuvieron una tasa de desocupación por debajo del promedio nacional, destacando los casos de Morelos y San Luis Potosí, con menos de 2%.
En cambio, Tabasco fue el estado con la situación de desempleo más crítica en el país, pues registró una tasa de 7.3% en el citado periodo.
El economista en jefe de Banorte-Ixe, Alejandro Cervantes, previó que la tasa de desempleo aumentará en los próximos meses dada la incertidumbre sobre el futuro desempeño de la economía mexicana.
“El reporte publicado sugiere una visión negativa para el mercado laboral mexicano durante el mes de febrero, ya que si bien la tasa de desempleo disminuyó, los demás indicadores sugieren un deterioro en el mercado laboral mexicano”, destacó.
Deterioro de otros indicadores. La disminución de la tasa de desocupación se explicó porque la tasa de participación se redujo 0.08 puntos porcentuales, es decir, el número de personas mayores a 15 años que intervienen en el mercado de trabajo.
Aunado, la tasa de subocupación se ubicó en 7.3% en febrero de este año, un incremento de un punto porcentual respecto al mes anterior.
Esta categoría mide el porcentaje de población ocupada que tienen la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le demanda.
Por otra parte, la tasa de informalidad laboral se ubicó en 57.3% en el segundo mes del año.
Este indicador incluye a la proporción de la población ocupada que es vulnerable por la naturaleza de la unidad económica para la que trabaja, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de empleo.
Asimismo, el porcentaje de trabajadores informales, sea dentro de la economía formal o informal, se mantuvo sin cambios al representar 57.2% del total de trabajadores de la economía mexicana.
“Consideramos que el desempeño del empleo estará acotado por la desaceleración que presentará la economía mexicana en la primera mitad del año”, manifestó el economista en jefe de Banorte-Ixe.
