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Para Standard & Poor´s Global Ratings (S&P), la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) tendrá poco impacto en el sector de infraestructura en el país.
Derivado de la amenaza de una renegociación del TLCAN, proyectamos que el PIB real del país crecerá 1.8% en 2017, menor al 2.1% en 2016.
Sin embargo, las entidades que calificamos en el segmento de infraestructura muestran un grado bastante alto de calidad crediticia, como se observa en la alta proporción de emisores en grado de inversión, y con perspectiva estable, lo que a su vez refleja niveles adecuados de apalancamiento y liquidez que dan flexibilidad financiera a los emisores para atravesar periodos de débil crecimiento en sus ingresos, indicó S&P.
En el sector transporte, no consideramos que la renegociación del TLCAN se traduzca en un cambio significativo en la estrategia de México con respecto a la inversión en infraestructura.
“Las inversiones en el plan de infraestructura nacional 2013-2018 buscan atender las debilidades que han limitado el desarrollo de su mercado interno, particularmente en los estados del sur”.
“Los dos programas estrella de la actual administración: el tren suburbano Ciudad de México-Toluca y el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, no están relacionados con el TLCAN. Además, muchos proyectos buscan mejorar la infraestructura portuaria del país, lo que debería contribuir al esfuerzo por incrementar el comercio con otros países”, detalló S&P.
En electricidad, la reforma energética busca establecer un mercado de mayoreo competitivo para la electricidad, mejorar la confiabilidad del sector mediante la reducción de los cuellos de botella en transmisión y distribución, y fomentar las inversiones público-privadas en la generación de energía.
Se estima que serán necesarios 57 mil 122 mega watts adicionales de capacidad instalada y 27 mil 071 kilómetros en nuevas líneas de transmisión entre 2016 y 2030.
Mientras que en infraestructura social, de acuerdo con el Informe Global de Competitividad del Foro Económico Mundial, la posición del país en cuanto a salud y educación primaria es el lugar 74 de 138, muy por debajo de su clasificación en infraestructura.
Y aunque la clasificación no aborda el estado de la infraestructura física para la salud y educación primaria, consideramos que subraya las numerosas oportunidades para el desarrollo de la infraestructura social de México a pesar de los riesgos inminentes para el comercio con Estados Unidos, agregó la calificadora.
tcm
