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En enero pasado, el valor de la producción de las empresas constructoras presentó una disminución real de 0.3% contra diciembre de 2016, lo que trajo como consecuencia una caída a tasa anual de 2.9% del indicador, que acumula 18 meses a la baja, según los datos ajustados por estacionalidad más recientes dados a conocer por el Inegi.
Ese resultado se debió al desplome de la construcción en actividades relacionadas con la extracción de petróleo y la industria petroquímica, y al menor dinamismo con que inició 2017 el segmento de la edificación.
La crisis por la que atraviesa la industria petrolera y los recortes de la inversión pública en el sector, se reflejaron en que el valor de la producción generado por las constructoras en el segmento energético reportó una caída de 61.3% en enero respecto al mismo periodo del año anterior, el retroceso más fuerte del que se tenga registro.
El valor de la producción en el subsector denominado edificación, que incluye unidades económicas dedicadas principalmente a la construcción de vivienda unifamiliar o multifamiliar, a la edificación no residencial, y a la supervisión de la construcción de las edificaciones, reportó un retroceso anual de 0.5%, la primera disminución en los últimos ocho meses.
Cabe destacar que dichas actividades concentran 46% de la producción total de las empresas constructoras.
Otro segmento importante es la construcción relacionada con el transporte, cuyo valor reportó en enero un crecimiento anual de 3%, pero inferior a 4.7% registrado en diciembre de 2016, luego de ocho meses consecutivos con tasas negativas.
Además del transporte, otros subsectores con incrementos en enero fueron agua, riego y saneamiento, con una tasa de 4% contra el mismo mes de 2016; electricidad y comunicaciones, 13.1%, y otras construcciones, con alza de 37.3%. Este último subsector comprende instalaciones en edificaciones, montaje de estructuras, trabajos de albañilería, así como obras y trabajos auxiliares para otras construcciones.
A causa del menor dinamismo del valor de la producción, el personal ocupado por las constructoras se ha contraído. En enero, el número de trabajadores ascendió a 606 mil 732 personas, cifra 3.9% inferior a los 631 mil 530 trabajadores registrados en 2016.
Por tipo de contratación, el personal dependiente o contratado directamente por las empresas descendió 3.4% en enero respecto al dato de un año antes. Además, mientras que el número de obreros se redujo 3.5%, el de empleados retrocedió 3.3% y el grupo de otros —que incluye a propietarios, familiares y otros trabajadores sin remuneración— incrementó 0.9%. Por su parte, el personal no dependiente de la razón social cayó 6.5%, a tasa anual en el mes de referencia.
En el primer mes de 2017 las remuneraciones medias reales pagadas aumentaron 0.7% con relación a las de enero del año pasado.
Por componentes, los salarios pagados a obreros subieron 0.8%, en tanto que los sueldos pagados a empleados reportó un alza de 0.4%.
La perspectiva de un menor crecimiento económico del país y la austeridad presupuestal, en particular por lo que se refiere a obra pública, seguirán condicionando el bajo desempeño de las empresas constructoras en lo que resta del presente año.
