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Las políticas proteccionistas y antimexicanas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, preocupan pero no asustan a las multinacionales españolas.

Y es que, a pesar de las medidas del magnate que amenazan con desequilibrar la economía de esepaís (muro, freno a las inversiones, aranceles del 20%...), las grandes empresas españolas como BBVA, Meliá, OHL, FCC, Iberia, Mango o Inditex siguen apostando por México, donde tienen ambiciosos planes de crecimiento y una parte importante de sus ingresos.

“Los empresarios están atentos a lo que pueda ocurrir, ya que tienen grandes inversiones e intereses en México, pero no hay alarma. Todo es prematuro y hay alternativas”, explican fuentes cercanas al Ejecutivo. No en vano, en menos de 16 años las firmas han invertido 48 mil 821 millones de dólares en el país y exportan más de 3 mil 750 millones de dólares al año.

En concreto, 14 empresas españolas, entre las que destacan Iberdrola, Sabadell, Acciona, Palladium, Airbus y Santander, prevén invertir unos 7 mil 600 millones de dólares en los próximos años para seguir creciendo, mientras que otras tantas aseguran que tienen planes de expansión, aunque no han desagregado las inversiones que tienen aparejadas. Por ejemplo, la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán prevé invertir 3 mil 200 millones de dólares en los próximos años en la construcción de plantas de ciclo combinado, parques eólicos y fotovoltaicas.

A finales de 2015, abrió un parque eólico en Oaxaca y se ha consolidado como el mayor productor privado de energía de México con 5 mil 500 megawatts instalados. Entre los nuevos proyectos de Iberdrola en el país están la construcción de un ciclo combinado y de cuatro plantas renovables.

Dentro del sector energético, Elecnor prevé construir junto a Duro Felguera una central de ciclo combinado en el Estado de Sonora por 374 millones de dólares y la firma alicantina Cox invertirá junto a otros socios casi 43 millones de dólares en un parque solar fotovoltaico. Dentro del mercado renovable, Gamesa también tiene intereses en el país como proveedor de aerogeneradores. En esta línea, Acciona lleva varios años buscando contratos y ha logrado que la eléctrica pública CFE le adjudique la construcción de una red por 91 millones de dólares.

En inversión, la compañía que preside José Manuel Entrecanales participa en la construcción de una planta de tratamiento de residuos en la Ciudad de México por 708 millones de dólares que operará durante 25 años y se encargará del mantenimiento.

Gigantes bancarios. El 40% del sistema financiero mexicano está copado por BBVA y el banco Santander que, lejos de asustarse ante las políticas de Trump, han confirmado con inversión su compromiso con el país azteca. El consejero delegado de BBVA, Francisco González, anunció una inversión de mil 515 millones de dólares para el desarrollo de software y tecnología.

BBVA ha apostado con mucha fuerza por desarrollar la banca digital en México, donde logra 27% de sus ingresos y es su principal mercado por resultados, pese a la caída del peso.

En esta línea, el Santander confirmó que el plan para invertir 696 millones de dólares en tres años continúa intacto, ya que confía en la fortaleza de la economía azteca, pese a Trump. Será su mayor inversión desde que llegó al país e irá destinada a modernizar los sistemas y sucursales y desarrollar nuevos productos. “Podemos crecer, no solo prestando más, sino con clientes vinculados transaccionales”, indicó la presidenta Ana Botín. México representa 8% del grupo.

En el sector asegurador el apetito por México es igual de vivo ante las altas expectativas que ofrece un mercado con 120 millones de ciudadanos y una clase media en auge que solicita pólizas. Mapfre, que hace cuatro años invirtió en la construcción de una nueva sede, ha convertido al país latinoamericano en el primero en el que lanza la venta de pólizas online.

Otro de los sectores con buenas perspectivas en México es el de la moda. Inditex ha convertido al país azteca en su primer mercado de América con 355 tiendas (tiene más que en los demás países americanos juntos) y un ritmo de aperturas de 30 locales al año, que prevé mantener.

El consumo en México mantiene el pulso (subió 5.3% en diciembre), a pesar de la depreciación del peso y de la ralentización de la economía. En esta línea, Mango también quiere mantener el pulso inversor en el país y busca nuevas oportunidades de la mano de su socio Palacio de Hierro. “Juntos han identificado como foco de apertura de nuevas tiendas los centros comerciales del área de Ciudad de México”.

El turismo también se erige como uno de los grandes objetivos de las empresas españolas en México. No en vano, 65% de las plazas hoteleras de Riviera Maya pertenecen a grupos españoles. Las principales cadenas hoteleras españolas tienen gran presencia en el país y muchas de ellas prevén seguir creciendo. Por ejemplo, Barceló, que ya ha invertido más de 850 millones de dólares en México con la apertura de 18 hoteles en propiedad, tiene previsto destinar poco más de 13 millones de dólares en reformas y mejoras.

“Seguimos considerando México como un destino preferente y estamos analizando posibilidades para ampliar nuestra presencia tanto en la capital como en Cuernavaca, Puebla o Querétaro, donde ya tenemos presencia”, explica Barceló.

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