Más Información
Diputadas celebran a emprendedoras; reconocen a la doctora Araceli Alonso, incluida en las 100 mujeres líderes
Yasmín Esquivel defiende la reforma judicial en Con los de Casa; alejado de la realidad pensar que es una venganza política, afirma
Elección judicial: Aspirantes a cargos comparten carta de motivos y hasta currículum; “Justicia no debe ser inaccesible”, afirman
Niño de 3 años toca “la campana de la victoria” por vencer al cáncer; recibió quimioterapias en el IMSS
Tres de cada 10 estudiantes es víctima de violencia en planteles; exigen reforzar medidas de seguridad
cartera@eluniversal.com.mx
Madrid.— Las multinacionales españolas con grandes inversiones en México empiezan a sufrir los efectos de las políticas de Donald Trump. Banco Santander, BBVA, Telefónica e Iberdrola, con un negocio conjunto de 13 mil millones de euros anuales en el país, son las que mayor exposición tienen. Algunas sufren en sus cuentas la depreciación del peso.
En España, donde los ciudadanos pagaron 120 mil millones de euros para rescatar a sus bancos durante la crisis, circulan bromas sobre qué pasará con el muro que Estados Unidos quiere levantar en la frontera con México sin gastar un dólar: ejecutará la obra una constructora española, Trump no le pagará y el gobierno español debe rescatar a la constructora. Conclusión: España pagará el muro de Trump.
La realidad no llega por el momento tan lejos, pero son muchos los indicios de que las compañías españolas abonarán parte de la factura de los ataques del presidente de Estados Unidos contra México.
El banco BBVA presentó el miércoles una utilidad récord de 3 mil 475 millones de euros, apoyado por su crecimiento en México, su primer mercado por volumen de negocio.
Sin embargo, un informe de Bank of America Merrill Lynch desaconseja a sus clientes invertir en la entidad, porque puede perder 300 millones en los dos próximos años por la incertidumbre generada en México.
Estos excelentes resultados del banco quedan lastrados por un cuarto trimestre del año en el que sufrió el desplome del peso frente al dólar y el euro. Merril Lynch considera que esto implicará descensos de beneficios de hasta 14% en 2018.
“Un mayor impuesto fronterizo, una retirada del tratado de libre comercio con México y Canadá y una interrupción de las remesas podrían generar una recesión”, explica Merrill Lynch en un informe a sus clientes del 23 de enero. En el mismo sector, la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, se mostró la semana pasada confiada en que las relaciones entre México y Washington se encaucen, aunque aseguró que “algún efecto habrá” si se producen cambios en el Tratado de Libre Comercio (TLC). Su filial mexicana le aportó 629 millones de euros de beneficio en 2016, 10% del total del grupo.
Los bancos no son los únicos expuestos. En 2015, Telefónica ingresó mil 700 millones de euros en México, su séptimo mercado, pero la competencia de America Movil y AT&T resulta feroz y preocupaba a la teleco incluso antes de la llegada de Trump. “Trabajamos en diferentes alternativas; lo que es claro es que no estamos satisfechos con la situación de México”, aseguró su presidente, José María Álvarez-Pallete, a los analistas al presentar resultados a 30 de septiembre. El diario El Español, asegura que la compañía puede vender activos y abandonar el país si las turbulencias siguen.
Las constructoras también tienen grandes inversiones y recelan de la inestabilidad. ACS genera 4.5% de su actividad en México, con mil 597 millones de euros en 2015 y varias colaboraciones con Pemex.
La polémica OHL tiene en el país 17% de sus ingresos, y cualquier turbulencia en ese mercado estratégico es un fuerte golpe.
Inditex posee 345 tiendas en México y se muestra muy pendiente del impacto que tengan en el consumo la subida de los combustibles y la inflación. Mientras, la energética Iberdrola ha comprometido 700 millones de euros en proyectos de renovables, y Gas Natural Fenosa 170 millones hasta 2020. Todas esas previsiones pueden verse comprometidas por la inestabilidad, creen los analistas.