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La política hostil de la administración del presidente Donald Trump hacia los migrantes tendrá un impacto negativo en el crecimiento de Estados Unidos.
Es la conclusión que extrae la firma de investigación Oxford Economics del análisis de los dos memorandos anunciados por la Casa Blanca, en donde se considera la expulsión de sin papeles entre las prioridades.
El análisis indica que la represión hacia la inmigración ilegal puede reducir este año entre 0.2% y 0.3% el crecimiento real del PIB de Estados Unidos como consecuencia de la reducción de la demanda y las restricciones de abastecimiento de la cadena de suministro de mano de obra.
“En términos más generales, la rígida postura de la administración en materia de inmigración [legal e ilegal] puede restringir a la economía de importantes fuentes de ingresos provenientes de la mano de obra, la educación y el turismo”; equivalente a 0.5 puntos porcentuales del PIB.
Citando información del Pew Research Center, el informe sostiene que los 11 millones de indocumentados que viven en la Unión Americana representan 3.5% de la población y alrededor de 5% de la fuerza laboral total.
“Si la administración cumple con sus planes de deportar la mayoría de estos inmigrantes ilegales, el impacto en la economía estadounidense sería bastante severo”, sostiene la firma independiente de asesoría global.
Durante la administración del ex presidente Barack Obama fueron deportadas 2.8 millones de personas del país vecino.
Si la administración Trump incrementa las expulsiones en 50%, alrededor de 600 mil personas al año, la contracción de la mano de obra reduciría el crecimiento económico en 0.2% en el primer año, estima la investigación realizada por el economista Gregory Daco.
En caso de que las deportaciones lleguen al millón de personas al año, el costo económico sería por encima de 0.3%.
Antes de la publicación de los memorandos de la administración Trump, las previsiones de crecimiento económico para este año en Estados Unidos eran de alrededor de 2%.
De acuerdo con el reporte, las deportaciones provocarían una reducción del empleo y los ingresos, lo que a su vez debilitará el consumo y la actividad inmobiliaria.
Menos mano de obra afectaría a los precios. La falta de mano de obra en sectores de alto uso de migrantes, como la agricultura, la construcción y la hospitalidad, puede provocar recortes en las fuentes de suministro incrementando la presión sobre los precios en el país.
El informe reconoce la importancia que tienen los migrantes para la economía de la Unión Americana.
Por lo regular están activos en áreas en donde la mano de obra es escasa, de allí que desempeñen un papel relevante para elevar la capacidad productiva y los ingresos.
“Este ‘excedente migratorio’ beneficia a todos, incluyendo a la población nativa”, destaca.
Si bien la llegada de migrantes supone un sustituto de los trabajadores nativos poco calificados y ejerce presión a la baja en los salarios, “generalmente representa un complemento de los trabajadores nativos altamente calificados que pueden aumentar los salarios y la producción en general”.
En caso de que las políticas de Trump impacten en el arribo de estudiantes extranjeros, sector que contribuyó a la economía de Estados Unidos entre 30 y 35 mil millones de dólares en 2015, el crecimiento del PIB registraría una contracción adicional de 0.1%, tomando como base una eventual reducción de las llegadas de 20%.
De verse afectado el turismo, con una caída de las visitas de 10% o 20%, las consecuencias económicas adversas serían de 0.1% y 0.2%, respectivamente, sostiene.
“No debemos subestimar la importancia de las acciones presidenciales para la actividad turística”, apunta la firma de investigación Oxford Economics.
