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Durante el año pasado la economía reportó un crecimiento menor al registrado un año antes, debido al menor dinamismo del sector industrial. Así, en 2016 el Producto Interno Bruto (PIB) alcanzó un incremento anual de 2.3%, tasa inferior a 2.6% de un año antes, similar a 2.3% de 2014 y superior a 1.4% reportado en 2013.

La actividad económica el año pasado estuvo influenciada por tres factores, siendo el primero el mayor dinamismo de la demanda interna, que se vio reflejado en el crecimiento del sector servicios. Además, hubo efectos por la recesión del sector minero, en particular de la actividad petrolera, y por la desaceleración de la producción manufacturera, explicó Alejandro Cervantes, economista sénior de Banorte-Ixe.

“Del lado positivo, se observó un mayor dinamismo en la demanda interna durante el último trimestre del año anterior, a través de un mejor desempeño de sectores como el de los servicios. No obstante, la recesión en el sector minero ―con 10 trimestres consecutivos a la baja― ha restado impulso al crecimiento de nuestro país”, agregó el especialista.

Por grandes divisiones, el sector agropecuario registró el año pasado una variación anual positiva de 4.1%, tasa superior a 1.5% alcanzado un año antes. No obstante, este mayor dinamismo, su bajo peso en el PIB del país (de apenas 3.1% del total) no benefició a la tasa de la actividad económica.

Por el contrario, el PIB del sector industrial se estancó en 2016, al reportar una reducción anual marginal de 0.02%, tasa que se compara desfavorablemente respecto al crecimiento de 1% registrado en 2015.

El estancamiento de la producción industrial fue consecuencia de la tendencia negativa en el sector minero, cuya tasa de decrecimiento pasó de 4.6% en 2015 a 6.4% en 2016. Esta caída fue producto del retroceso de 5.9% del sector petrolero, así como de los servicios relacionados con la minería, que se desplomaron 20.4%. La industria de la construcción se vio afectada por los recortes en obra pública, lo que trajo como consecuencia que el PIB de esta actividad creció 1.8%, tasa inferior a 2.5% reportado un año antes.

Adicionalmente, el sector manufacturero mostró un ritmo más debilitado, al reportar un crecimiento anual de 1.3%, resultado inferior a 2.5% alcanzado en 2015 y a 4.1% de 2014. De las 21 actividades que comprenden la manufactura, ocho registraron retroceso, y entre ellas destacan la fabricación de productos derivados del petróleo y carbón, con una caída de 11.2%; la industria de la madera, que decreció 4.8%, y la fabricación de muebles, que bajó 3.4%.

El sector servicios continuó creciendo por arriba del PIB nacional, pero su comportamiento fue marginalmente por debajo de 2015, al pasar de 3.5% a 3.4% en 2016. Los rubros que contribuyeron a este crecimiento fueron información en medios masivos, servicios financieros y de seguros, corporativos, educativos, esparcimiento y profesionales.

Para el primer trimestre de este año, los analistas esperan que el dinamismo de la economía mexicana esté determinado por la incertidumbre en torno al impacto de las políticas del presidente de EU, Donald Trump, sobre la economía mexicana. Los analistas financieros del sector privado estiman un crecimiento de 1.5% para la economía mexicana durante 2017.

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