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miguel.pallares@eluniversal.com.mx
José García es bolero. Tiene 63 años. Su puesto se ubica en Avenida Juárez, casi esquina con Paseo de la Reforma en la Ciudad de México. Gana cerca de 5 mil pesos (250 dólares) mensuales, equivalente a dos salarios mínimos (8 dólares) diarios.
“Antes trabajaba de mantenimiento y ahora soy bolero. Hay subes y bajas por la misma economía muy amolada. A veces puedes sacar 120 pesos o 150 a día, pero se puede llegar a 90 pesos”, dice.
En 2013, José salió de una empresa donde laboraba en el área de mantenimiento. Su salario era de 3 mil 500 pesos mensuales, pero al tener dificultades para cubrir sus gastos, sus patrones le permitieron lustrar zapatos dentro de la compañía y así tener un poco más de dinero.
“Me hice bolero porque tenía mi trabajo pero no me alcanzaba, de ahí me dieron la oportunidad de trabajar como bolero. Sólo me daban el lugar y yo ponía el material”.
José trabaja de las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Diario se traslada de la zona del aeropuerto de la Ciudad de México hasta la zona centro para lustrar zapatos. Con el dinero que obtiene solventa los gastos de su hija y su nieto, quien se quedó huérfano.
“Debo dejar para comer, pagar la luz, se compra gas y como subió demasiado es caro. Me siento un poquito estresado, por que estás pensando que a lo mejor no te va a alcanzar. Pido prestado, luego tengo que pagar, eso es estresante”.
Para José, un buen ingreso que lograría cubrir sus gastos básicos serían 8 mil pesos (400 dólares) al mes, pero reconoce que las oportunidades para lograr mayores ingresos son nulas y casi imposibles para personas de la tercera edad.
“Necesitaría agarrar otro trabajo, pero ahorita ya no aguanta uno. [Te sientes] un poco agüitadón, como dice el dicho a brincos y a sombrerazos debe uno salir adelante”.
Casos peores. José reconoce que hay personas con menores ingresos a los suyos, incluso cuando dejó su último trabajo, regaló su cajoncito de boleo a un compañero.
“Tenía un cajoncito, pero lo regalé a otro compañero que estaba más jodido que yo. Hay personas que ganan menos, los que son de limpieza, cuando mucho les dan mil 500 o mil 800 a la quincena, como 3 mil o 3 mil 500 mensuales.
“A veces uno tiene muchos gastos, la renta son dos varitos (2 mil pesos al mes). Antes alcanzaba porque las cosas eran más baratas”.
Para José, el gobierno sí puede hacer un cambio en el país, tanto para mejorar los salarios como para evitar que los precios suban, pero dice que a los gobernantes no les interesa lograr un beneficio para la mayoría de las personas.
“Todo lo que hace el gobierno lo hace mal, en balde todo lo que estudiaron. El país debería estar arriba de Estados Unidos por todo lo que tiene”, manifiesta José.
Como 24.5 millones de mexicanos, José García es parte de la población ocupada con ingresos iguales o inferiores a dos salarios mínimos diarios. Se batalla a diario, dice.