La ausencia de Estado de derecho, la debilidad de las reglas del juego y de las instituciones de aplicar las leyes han propiciado un desánimo entre empresas y hogares, lo que puede limitar el ritmo de crecimiento económico del país, señaló el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

De acuerdo con su análisis semanal, la corrupción se ha consolidado como uno de los principales factores que pueden inhibir la actividad productiva, lo cual puede agravarse por la disminución de flujos de capital provenientes de empresas estadounidenses tras las amenazas del presidente de ese país, Donald Trump.

“La percepción mundial coloca a México en niveles considerablemente bajos en el ranking mundial en materia de corrupción, lo que puede incidir negativamente en la opinión de los inversionistas a la hora de tomar la decisión del destino de su capital”, detalló.

El reciente informe sobre el índice de percepción de corrupción que mide Transparencia Internacional detalló que México tuvo una calificación de 30 puntos sobre una base de 100 en 2016, cinco puntos menos que en 2015.

“Esto es preocupante, puesto que el hecho de que la opinión sobre la corrupción en México sea tan negativa, puede ser una considerable desventaja respecto a sus principales socios comerciales. La seguridad jurídica es un activo importante que todo país debe fortalecer constantemente si su objetivo es consolidarse como un destino atractivo, pero sobre todo seguro para la inversión”, detalló el CEESP.

Destacó que estas amenazas para el crecimiento hacen imperante la necesidad de establecer mecanismos e instrumentos para eliminar los niveles de corrupción, impunidad e inseguridad, factores que van de la mano.

“Actuar contra la corrupción debe ser parte integral de todas las políticas que decida aplicar México con el objetivo de fortalecer la estabilidad macroeconómica y estimular el crecimiento y la generación de empleos”.

Gasolinazos seguirán. Sobre los precios de las gasolinas, el organismo anticipó que seguirán aumentando, como consecuencia de mayores costos ante la posibilidad de un aumento en las cotizaciones del petróleo y la volatilidad del tipo de cambio.

Este panorama ha hecho que instituciones ajusten sus pronósticos de inflación a niveles de 5.25% para 2017.

“Esto implica que con estos niveles de inflación, la ganancia real del salario mínimo, el cual se decidió elevar en 9.6% al inicio del año, respondiendo a un aumento combinado de 4 pesos y un incremento de 3.9% que lo llevó a 80.04 pesos por día, es decir, 7 pesos más que al cierre de diciembre, sea equivalente a menos de la mitad del aumento inicial”, añadió.

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