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La economía mexicana se desaceleró el año pasado, tras registrar un crecimiento anual real de 2.3%, inferior a la tasa de 2.6% que alcanzó en 2015 y similar a la registrada en 2014, de acuerdo con las cifras preliminares del comportamiento del PIB dadas a conocer por el Inegi.
El menor ritmo de expansión de la economía se debió al nulo avance en la actividad industrial y un dinamismo inferior en los servicios, explicó el economista senior de Banorte-Ixe, Alejandro Cervantes.
Las perspectivas de los especialistas y organismos internacionales es que el menor crecimiento económico del país se profundice este año. La mayoría de las proyecciones sitúan un avance del PIB por abajo de 2%.
Entre los factores que van a incidir destaca la incertidumbre que genera la nueva administración del gobierno de Estados Unidos en materia comercial y de inversiones.
Cuarto trimestre. De acuerdo con la información del Inegi, el PIB se incrementó 0.6% durante el cuarto trimestre del año pasado respecto al periodo julio-septiembre de 2016.
Ese resultado llevó a que el crecimiento anual se ubicara en 2.2%, lo que superó el comportamiento de un año antes, que fue de 2%, inferior al 2.4% del último trimestre de 2015.
Por componentes, las actividades terciarias —relacionadas con el sector servicios— avanzaron 0.7% en el trimestre octubre-diciembre de 2016 respecto al trimestre inmediato anterior, y 3.2% con relación a igual periodo de 2015, constituyéndose en el principal sostén de la economía.
Las actividades primarias, relacionadas con el sector agropecuario, reportaron una alza trimestral de 0.4% y anual de 6.4% al cierre del año pasado. “Llama la atención el dinamismo que presentó el sector en 2016, derivado de la recuperación en precios de las materias primas”, destacó Mariana Ramírez, analista económica de grupo financiero Ve por Más, quien estimó que el desempeño puede prolongarse hacia adelante.
Los analistas coinciden al estimar un menor ritmo de crecimiento para la economía mexicana este año. “Para el primer trimestre de 2017 esperamos que el dinamismo de la economía mexicana esté determinado por la incertidumbre en torno a las políticas económicas de la administración Trump”, explicó Cervantes.
El primer impacto se explicará por un fuerte deterioro de los niveles de confianza empresarial y del consumidor, lo cual se verá reflejado en una fuerte desaceleración de inversión y consumo privado, agregó.
Las estimaciones oportunas proporcionadas en esta ocasión por el Inegi podrían cambiar respecto a las cifras generadas para el PIB trimestral tradicional, las cuales se publicarán el próximo 22 de febrero.
