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Se desaceleró el crecimiento de las ventas minoristas en los últimos meses de 2016 y analistas prevén que continúen perdiendo dinamismo este año, debido a una mayor inflación y un contexto externo más retador.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el comercio minorista creció 1% en noviembre pasado con relación a octubre, cuando entonces se incrementaron 1.7%, una vez descontadas la inflación y la estacionalidad.
Sin embargo, este resultado superó el aumento de 0.2% anticipado por instituciones consultadas por Bloomberg.
De acuerdo con la última encuesta del Inegi sobre El Buen Fin, el evento comercial dio un mayor impulso al consumo durante noviembre.
El analista de Invex, Joan Enric Domene, opinó que las ventas al menudeo pudieron ser motivadas porque los consumidores se adelantaron en las decisiones de compra por el temor de un aumento de precios generalizado este año.
Añadió que el aumento de la inflación y los costos de financiamiento del crédito, aunado al menor crecimiento de la masa salarial, pueden frenar el dinamismo del consumo.
Los sueldos en el comercio al por menor reportaron una variación nula en noviembre, lo que de acuerdo con Joan Enric Domene, indica una desaceleración del consumo de cara al inicio de 2017.
Consideró que la creación del empleo puede disminuir por la menor inversión que ocasiona la incertidumbre sobre la presidencia de Estados Unidos y el menor gasto público.
El comercio minorista fue impulsado por las ventas a través de internet, las cuales repuntaron 14.7% con respecto a octubre pasado, se trata del mayor crecimiento en los últimos 17 meses, desde junio de 2015.
El comercio de productos textiles aumentó 4.6%, el relacionado a vehículos 2% y las ventas de tiendas de autoservicios y departamentales se incrementaron 0.9%.
En cambio, la venta de artículos para el cuidado de la salud disminuyeron 0.2% y fue el primer descenso en seis meses.
La analista de CitiBanamex, Daniela Blancas, opinó que El Buen Fin continuó reforzando el buen desempeño de la demanda local debido a un avance sólido del empleo, los salarios, las remesas y la evolución del crédito al cierre del año pasado.
Sin embargo, anticipó una desaceleración del consumo este año debido a un contexto externo más retador, mayor incertidumbre relacionada con las políticas de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump y, más importante aún, por una mayor inflación esperada para este año.
Con respecto a noviembre de 2015, las ventas minoristas se incrementaron 10.7% y significó el segundo mes consecutivo con tasas de crecimiento de doble dígito, una vez descontada la inflación y los efectos del calendario.
Analistas de Banorte coinciden en que el consumo privado se va a desacelerar este año, debido al menor crecimiento económico de México, propiciado por la incertidumbre en torno a las políticas que va a implementar Estados Unidos bajo el mandato de Donald Trump.
Las ventas también van a disminuir por la trayectoria ascendente de la inflación generada por el mayor traspaso de la depreciación del tipo de cambio a los precios, lo que desincentivará el consumo de bienes duraderos.
Además la consolidación fiscal del gobierno se va a traducir en menores proyectos de inversión pública, lo cual afectará la dinámica del mercado laboral y, por consiguiente, también la recuperación del consumo de los hogares mexicanos.
