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maria.saldana@eluniversal.com.mx
Una modificación de las reglas aplicables al comercio que se realiza entre México y Estados Unidos afectaría a entidades del vecino país, cuyas exportaciones se concentran en buena medida en el mercado mexicano.
Aunque todos los estados exportan en mayor o menor medida productos y servicios al territorio mexicano, hay algunos que tendrían mayores impactos si se llega a un escenario extremo de poner fin al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Entre los más afectados estarían California y Texas, debido a que ambos estados tienen una gran relación comercial con México.
Esas dos entidades exportaron a los mexicanos aproximadamente 124 mil millones de dólares en productos, de un total de 255 mil millones de dólares que vendieron al exterior durante 2014. Es decir, casi la mitad de sus envíos dependen de las compras que les hacen los mexicanos.
De acuerdo con un estudio de la US Chamber of Commerce, no solamente se trata de inversiones, y empresas, sino también millones de empleos podrían verse afectados.
El comercio bilateral, de enero a octubre de 2016 ascendió a 395 mil 826 millones de dólares.
Según un análisis del Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE, por su sigla en inglés), realizado antes de las elecciones, en California y Texas la materialización de la política comercial de Donald Trump provocaría la pérdida de hasta 640 mil y 394 mil empleos, respectivamente.
El ejercicio incluyó tres escenarios de represalia plausibles bajo las propuestas de Trump, y en el primero, de una guerra comercial total, Estados Unidos impondría un arancel de 35% para México. En este escenario, México responde recíprocamente.
El segundo plantea una guerra comercial abortada, en la que los aranceles se imponen por sólo un año, tanto porque México cede a las demandas de Estados Unidos, el Congreso estadounidense anula la acción, el presidente Trump pierde en tribunales o el clamor público es tal que la administración se vea obligada a cancelar las medidas.
En el último caso, de una guerra comercial asimétrica, México no responde con un arancel general, pero tomaría represalias para otras ramas industriales específicas.
A partir de hoy, EL UNIVERSAL publicará este ejercicio para ofrecer una imagen más profunda de lo que significa el intercambio comercial en la relación entre ambos países.