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Los cambios al sistema fiscal que se espera implemente el presidente estadounidense, Donald Trump, afectarán a México, y para contrarrestar los efectos negativos es necesario aplicar la misma política en el país, aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Este planteamiento incluye bajar la tasa del ISR, generalizar el IVA y combatir la corrupción y la impunidad.
Aseveró que “es el momento de tomar decisiones contundentes y que vayan en línea con la fortaleza de la economía mexicana”.
El programa de gobierno de Trump se centra en hacer cambios al sistema fiscal, especialmente reducir la tasa de Impuesto Sobre la Renta, de 35% a 20%, deducir la inversión de manera inmediata 100% y aplicar un impuesto fronterizo que exenta las exportaciones y grava las importaciones.
Por lo que “responder en los mismos términos no es una idea descabellada. En realidad su propuesta fiscal —sin el ajuste fronterizo— es similar a nuestro impuesto IETU, ahora desaparecido. Considerar la instrumentación de una política fiscal espejo con EU tendría un impacto importante y ayudaría a compensar los efectos de una decisión de ese tipo en Estados Unidos”.
Para el CEESP, el gobierno y el sector privado deben concentrarse en realizar propuestas que permitan a México enfrentar la situación que se avecina.
La política de Trump busca crear empleos, retener la inversión y recuperar la que está en el exterior, para lo cual amenaza a las empresas para que no desarrollen proyectos fuera del país.
Ese plan fiscal tendrá costos elevados que pueden llevar a un desplome de la economía estadounidense.
Porque una de las posibilidades es que disminuyan los ingresos tributarios como consecuencia de la reducción de impuestos sobre la renta, lo que no va a compensarse con la entrada que genere el impuesto fronterizo.
El gravamen a las importaciones generaría ingresos a Estados Unidos por 120 mil millones de dólares al año, pero la disminución de 15 puntos en la tasa del impuesto sobre la renta puede restarle 750 mil millones cada año, “de tal manera que el efecto sería considerablemente negativo”.
El CEESP Indicó que el discurso del mandatario estadounidense sigue siendo “agresivo” y dirigido a México, lo que debe de llevar a tomar acciones que contrarresten el panorama que pesa sobre el país.
