México se enfrentará este año a fuertes choques externos en comparación con 2016, principalmente por las medidas que aplique el gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, con lo cual su calificación soberana enfrentará mayores presiones a la baja, según el analista soberano de Moody's, Jaime Reusche.

"Es un ambiente complicado donde las politicas públicas quizá tengan que cambiar a la realidad de 2017. Por eso se puede decir que el riesgo, con respecto de 2016, por la naturaleza de los mismos de que se baje la calificación, sí ha aumentado un poco más", dijo Reusche.

El especialista consideró que ante este escenario, la calificación para México se mantiene en A3 con perspectiva negativa, ante lo cual la agencia esperará a conocer la respuesta mexicana a las complicaciones internas de su economía y las medidas reales que aplique la administración de Donald Trump.

En ese sentido, Moody's dijo que cualquier cambio en la calificación de México se decidirá en un lapso de 12 meses, luego de que en marzo de 2016 la calificadora modificó su perspectiva de estable a negativa y en esa fecha fijó un lapso de 24 meses para anunciar cualquier otro ajuste en su nota soberana.

"Para estabilizar la calificación tendríamos que ver que se mantiene el proceso de consolidación fiscal y que la deuda se estabilice", dijo Reusche.

Sobre el tema, el analista de Moody's, Mauro Leos, dijo que este año el gobierno mexicano enfrentará un escenario más complicado para la consolidación fiscal debido al bajo crecimiento económico que enfrentará la economía del país.

Moody's destacó que se esperan meses con fuerte volatilidad en los mercados y presiones sobre el tipo de cambio.

"Estamos entrando en un terreno distinto donde hay bastante volatilidad y esperamos que haya más sobre flujos externos en inversión. Esperamos más volatilidad sobre el peso y todo esto responde a un escenario donde algunas de las políticas en Estados Unidos se están haciendo vía Twitter", dijo Reusche.

La calificadora dijo que este año la presión sobre la nota de México está enfocada a los cambios económicos provenientes del exterior, sin mayores retos por el escenario político y escándalos de corrupción.

"La preocupación es más por choques externos. La cuestión política no tiene más peso en comparación con la presión externa. La razón de deuda con respecto del PIB es baja y México pudo haber sido un país con calificación alta si no tuviera estas limitantes en cuestiones políticas", dijo la firma.

tcm

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