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maria.saldana@eluniversal.com.mx
La industria mexicana presenta “signos inquietantes” en el comportamiento de tres factores vitales: costos, producción y exportaciones, lo que muestra que será un desafío revertir el curso descendente, aseveró la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
El aumento de los costos al producto tiene que ver con el encarecimiento del dólar y el incremento a los precios de las gasolinas, gas natural, diesel y electricidad, situación que presiona “seriamente” la competitividad.
Ante la posibilidad de que la industria terminó 2016 con un crecimiento nulo y que en el presente año se podría registrar una contracción de 1%, el presidente del organismo, Manuel Herrera, dijo que se requieren “mecanismos de apoyo que contribuyan a mejorar el ambiente para los negocios, y revertir las tendencias dominantes en los tres signos vitales”.
De enero a noviembre de 2016 se registraron caídas en 13 las 29 especialidades que integran al sector industrial mexicano.
Además, ocho especialidades registraron incrementos de los costos de producción en tasas que incluso llegan a dos dígitos, como se pudo observar con 25.1% en industrias metálicas básicas; 16.4% de fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón, 15.9% para equipo de computación y 1.5% de la industria química, entre otros.
“Ello indica la magnitud del desafío que enfrenta el sector fabril para recuperar su curso ascendente”, explicó el presidente de la Concamin.
Advirtió que en 2016 la producción registró síntomas de debilitamiento, pero lo mismo ocurre en inversiones, exportaciones y empleo.
Por ejemplo, los costos de la industria manufacturera en 2016, medidos con relación al productor, se incrementaron 11.2%, casi tres veces lo que los precios al consumidor.
Expuso que los subsectores industriales que registran caídas son extracción de petróleo y gas; minerales metálicos y no metálicos, excepto petróleo y gas; servicios relacionados con la minería; construcción de obras de ingeniería civil; fabricación de insumos textiles y acabado de textiles; fabricación de prendas de vestir; curtido y acabado de cuero y piel, y fabricación de productos de cuero, piel y materiales sucedáneos. También destacan los casos de la industria de la madera; impresión e industrias conexas; fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón; industria química; fabricación de industria de transporte; fabricación de muebles, colchones y de persianas.
A fines de 2016 Herrera aseveró que urgía un “blindaje productivo” ante los “nubarrones” que se presentan para el año recién iniciado, porque aún sin el efecto Donald Trump descartó crecimiento en la manufactura.
El programa debe incluir un proyectp de financiamiento adicional para las pequeñas y medianas empresas, fortalecer el esquema de compras del gobierno mexicano e iniciar con un gran plan de sustitución de las importaciones.
