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La percepción de las familias sobre su situación económica y del país continuó su tendencia negativa el mes pasado, en coyuntura con el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales en Estados Unidos y la fuerte depreciación del peso a partir de la segunda mitad de noviembre.
El Índice de Confianza del Consumidor presentó una reducción mensual de 0.8% en noviembre de 2016 con base en cifras ajustadas por estacionalidad, para ubicarse en 84.93 unidades, su nivel más bajo desde enero de 2014, según datos recientes del Inegi y el Banco de México.
En su comparación anual, la confianza del consumidor cayó 9%.
Si bien este retroceso fue inferior al 9.7% estimado por el consenso de los especialistas del sector privado, la percepción de la capacidad de compra de las familias continuó deteriorándose como lo muestran los índices complementarios de la encuesta nacional sobre confianza del consumidor.
Por ejemplo, las expectativas sobre el comportamiento de los precios en los próximos 12 meses registró una caída mensual de 8.4% en noviembre (-19.4% a tasa anual), lo que significa que los consumidores temen un alza importante en los costos de los bienes y servicios el próximo año, lo cual incide en sus niveles de compra.
Otro factor de preocupación para las familias es el nivel de empleo, cuyas expectativas en los próximos 12 meses cayeron 2.2% en noviembre respecto a octubre y 8% en relación al año pasado. El retroceso sobre la situación económica futura del país se ve reflejada en el temor de perder su empleo o hallar trabajo en 2017.
Esta caída de las expectativas del consumidor también limita su capacidad de compra y ahorro. Por ejemplo, las posibilidades actuales de ahorrar alguna parte de sus ingresos disminuyó 2.7% en el mes de referencia. La planeación de algún miembro del hogar para comprar un automóvil nuevo o usado en los próximos dos años disminuyó 4.9%, y las posibilidades económicas para salir de vacaciones de los miembros del hogar durante los próximos 12 meses cayó 5.4% tan sólo en noviembre pasado.
Los rubros en los que se registró mayor optimismo fueron los relacionados con la situación económica personal actual comparada con la de hace 12 meses, que reportó en noviembre una ligera alza mensual de 0.5%, aunque respecto al mismo periodo del año anterior fue 3.6% menor.
Para las posibilidades actuales de comprar ropa, zapatos y alimentos comparadas con las de hace un año registró un alza mensual de 0.6%, pero tasa anual negativa de 1.9%.
El único rubro de los indicadores complementarios donde los consumidores siguen siendo más optimistas que el año pasado es el relacionado con la planeación de comprar, construir o remodelar una casa en los próximos dos años, que registró un incremento mensual de 3.2% y un alza anual marginal de apenas 0.2%.
