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Frente a riesgos como el debilitamiento de la economía nacional, aumentos abruptos de tasas internas y una mayor depreciación del peso, el Banco de México (Banxico), consideró que no se debe subestimar a las calificadoras porque están incidiendo en las decisiones de los inversionistas.
Al dar a conocer el reporte del Sistema Financiero, advirtió que las calificadoras están teniendo una creciente influencia sobre los flujos de capital y los costos del financiamiento para los gobiernos y las empresas en un contexto en dónde la economía mexicana y el propio sector financiero del país están sorteando un entorno más complejo por diversos factores tanto internos como externos.
Por esa razón, alertó que se debe preservar la solidez del marco macroeconómico y seguir avanzando en la implementación de las reformas estructurales con el fin de continuar de poder enfrentar con una mejor posición los retos del entorno económico complejo.
Entre las vulnerabilidades que señala en el reporte, se encuentran los menores ingresos petroleros y la deuda pública. "De no corregirse la tendencia ascendente que ha venido mostrando la deuda pública, podrían observarse aumentos en las primas de riesgo soberano y presentarse reducciones de la calificación creciticia para dicha deuda", enfatizó.
Sentenció que ante la mayor volatilidad financiera internacional, algunos bancos tendrán que reforzar sus niveles de capital y liquidez y al mismo tiempo disminuir sus activos ponderados por riesgo.
También será importante que las instituciones de crédito evalúen cuidadosamente su capacidad de crecimiento, mantengan estándares elevados de originación y que procuren que el apalancamiento de sus acreditados se mantengan en niveles sostenibles.
Por su parte, las empresas no financieras que hayan emitido deuda en el exterior, cuentan con coberturas naturales o financieras que mitigan el riesgo cambiario, pero para el instituto central, algunas están teniendo menor fortaleza por lo que deberán tomar medidas como disminuir el riesgo.
Sin embargo, de acuerdo con el reporte, la exposición del sistema financiero nacional de estas empresas, no constituye un riesgo sistémico.
Refirió que el sistema financiero y la banca cuentan con el capital y la liquidez suficientes para enfrentar situaciones extremas con reglas de capital y liquidez a las que están sujetos los bancos que operan en México y que están en línea con los estándares internacionales más estrictos emitidos por el Comité de Basilea.
Además las pruebas de estrés que se aplicaron a los bancos, arrijaron que el sistema en su conjunto cuentan con capital suficiente para mantener su solvencia ante escenarios macroeconómicos adversos pero plausibles.
De tal manera que el Banxico concluyó que si bien los riesgos del entorno económico son importantes, no tienen un carácter sistémico.
Banco de México advirtió que no se pueden descartar nuevos episodios de elevada volatilidad ante la incertidumbre sobre el programa económico del gobierno electo de Estados Unidos y el riesgo que pudiera tomar decisiones que afecten la relación económica con México.
También hizo ver que se los bancos deben tomar en cuenta que existe la posibilidad de que la nueva administración en Estados Unidos, implemente un programa de estímulos fiscales, y que es previsible que la Reserva Federal aumente sus tasas de interés a un ritmo más acelerado de lo que se anticipaba antes de las elecciones presidenciales.
Lo anterior podría generar presiones adicionales sobre los mercados nacionales. Por otro lado, manifestó su preocupación porque está latente el riesgo de que el gobierno norteamericano y de otras economías avanzadas, implementen medidas que obstaculicen el comercio global a una fase prolongada de bajo crecimiento económico mundial.
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