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Para evitar una crisis como la de las hipotecas en 2007, el Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró la importancia del uso de medidas macroprudenciales, junto con otras para estimular la oferta, sobre todo por el nivel en que se encuentran los precios de las viviendas actualmente.

Hizo ver que el Índice de Precios Mundiales de la Vivienda del Fondo, que promedia los precios reales en 57 países, prácticamente ha retornado a su nivel previo a la crisis. Explicó que si bien los aumentos de precios obedecen a restricciones en la oferta, su impacto en el endeudamiento de los hogares puede tener implicaciones negativas para la estabilidad financiera.

De acuerdo con un análisis escrito en Diálogos a Fondo del FMI, a cargo de Hites Ahir y Prakash Loungani, especialistas del departamento de estudios del Fondo, titulado Precios Mundiales de la Vivienda: ¿Hay que preocuparse?, se pone de manifiesto que hay que estar alerta sin entrar en pánico. Lo anterior porque ya no es válido decir que hoy no es como en el pasado.

Refirió que recientemente la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS) dio a conocer un conjunto de advertencias para países específicos sobre las vulnerabilidades a mediano plazo en el sector residencial que estuvieron dirigidas a ocho Estados miembros: Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Luxemburgo, Países Bajos, Reino Unido y Suecia.

“Esto es un buen ejemplo del tipo de vigilancia que será necesaria para impedir que el pasado una vez más se convierta en prólogo”, advirtieron los expertos del FMI. Recordaron: “Muchos de los auges inmobiliarios previos estuvieron impulsados por un crecimiento excesivo del crédito, pero en esta ocasión las restricciones en el lado de la oferta parecen ser factores determinantes de ciertos auges de precios”.

Explicaron que los permisos residenciales han aumentado moderadamente en los grupos de países catalogados de “auge” y en los clasificados como “caída y auge”. Según el reporte, el impacto de las limitaciones de la oferta es evidente en el caso de muchas ciudades. Mencionó que en Copenhague y Estocolmo, el stock de viviendas no ha aumentado al mismo ritmo que la población, y eso ha alimentado parte de los aumentos de precios observados en dichas ciudades.

En años recientes el FMI ha destacado la incidencia que tienen las restricciones de la oferta en Australia y Canadá así como en países europeos como Alemania, Francia, Noruega, Países Bajos y Reino Unido.

Al analizar el índice mundial del FMI, los especialistas señalaron que se pueden observar tres grupos de países. El primero que está integrado por 18 economías en donde los precios inmobiliarios disminuyeron notablemente durante la crisis financiera internacional y han permanecido en una trayectoria hacia abajo. El segundo, compuesto por 19 economías en donde los precios de las viviendas han repuntado desde 2013, luego de haber sufrido un importante desplome y en tercer lugar, hay 21 en las que entre 2007 y 2012 descendieron moderadamente, pero después repuntaron rápidamente.

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