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Los recortes al gasto público durante este año afectaron el rubro de la inversión física principalmente. Durante el tercer trimestre del año, la formación bruta de capital fijo del sector público cayó 7.8% respecto al trimestre inmediato anterior, con base en cifras ajustadas por estacionalidad, el retroceso más fuerte desde el tercer trimestre de 2001, de acuerdo con los datos más recientes de oferta y demanda global de bienes y servicios dados a conocer por el Inegi.
El gasto corriente de las entidades públicas también se ha visto afectado, pero en menor medida. Al respecto, basta considerar que el consumo del gobierno reportó un incremento de apenas 0.4% en el periodo julio-septiembre respecto al trimestre inmediato anterior, tasa inferior al 1.6% reportado en el segundo trimestre.
En febrero de este año fue anunciado un recorte al gasto público por 132 mil 300 millones de pesos, de los cuales 100 mil millones fueron aplicados a Petróleos Mexicanos. Posteriormente, a mediados de 2016, las autoridades hacendarias dieron a conocer un nuevo ajuste por 31 mil 715 millones de pesos, con el fin de hacer frente a las consecuencias económicas de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit).
Contrario a la disminución del gasto público, durante el tercer trimestre del año el consumo del sector privado se aceleró, al crecer 1.6% respecto al trimestre inmediato anterior, la tasa más alta desde el segundo trimestre de 2012. En este sentido, el dinamismo de la demanda de la iniciativa privada se ha constituido en el principal sostén de la economía mexicana.
La inversión física del sector privado reportó un crecimiento trimestral de 1.1%, luego de que en el periodo abril-junio retrocedió 0.3%. Producto de la caída de la inversión pública, la formación bruta de capital fijo general, tanto gubernamental como privada, disminuyó en el trimestre 0.1%.
Otro factor que contribuyó al dinamismo de la actividad económica en el tercer cuarto del año, fue la recuperación de las ventas mexicanas al exterior. Luego de que en los primeros dos trimestres del año habían reportado retrocesos, las exportaciones de bienes y servicios en el periodo julio-septiembre alcanzaron un crecimiento trimestral de 3.7%.
De esta forma la demanda agregada de la economía en el tercer trimestre del año registró un crecimiento de 1.2% respecto al periodo inmediato anterior y de 1.5% respecto al mismo periodo del año anterior, una de las tasas más altas desde el segundo trimestre de 2014.
Especialistas consideran que si bien el consumo privado apoyó de forma importante el resultado de la demanda global, ven difícil que en los próximos trimestres se sostenga dicho dinamismo, debido a varios factores, entre los que destacan: la caída de la confianza del consumidor, el repunte la inflación, así como la contracción del gasto público, en particular por lo que toca a la inversión.