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maria.saldana@eluniversal.com.mx
La mejor medida para enfrentar los retos económicos en el país en 2017 será concretar un real recorte al gasto público y evitar corregir los desequilibrios externos con la depreciación del tipo de cambio o aumento de tasas de interés, porque éstas dos acciones debilitarán el ritmo de crecimiento de la economía mexicana, aseveró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
“El menor de los males, y sin duda la opción más responsable, es una reducción importante del gasto público, la cual no tiene que ser en programas que afecten la situación social”, explicó el Centro en su análisis semanal.
Para el CEESP, la respuesta del Banco de México de realizar seis alzas de tasas de interés de diciembre 2015 a la fecha, e incrementar de 3.0% a 5.75%, así como la significativa depreciación del tipo de cambio y la defensa de las reservas internacionales, podría tener efectos negativos en el crecimiento de la economía.
“Corregir los desequilibrios externos vía la depreciación del tipo de cambio es posiblemente la forma más eficiente, pero su efecto también es el más dañino, puesto que afecta directamente el poder adquisitivo de los hogares. Por su parte, el aumento de las tasas de interés, si bien beneficia a la cuenta financiera de la balanza de pagos, su incidencia negativa en el consumo puede llevar a un debilitamiento del ritmo de crecimiento de la actividad económica”, aseguró.
Para el Centro, que dirige Luis Foncerrada Pascal, la medida con menores impactos negativos será la reducción del déficit del sector público, porque un gasto muy alto crea mayor demanda y sube invariablemente las importaciones.
La inversión productiva debe ser la mejor fuente de generación de empleos y la vía para fortalecer el consumo y bienestar de las familias, añadió.
Los economistas del Centro explicaron que el problema central es que la economía mexicana está muy ligada a la estadounidense y el aumento de tasas que hizo la Reserva Federal de Estados Unidos provocó que en México también subieran.
Lo anterior se debió a que se ponen en riesgo las inversiones extranjeras que hay en la economía mexicana, cuando los estadounidenses elevan su tasa de interés y también hay riesgos por las declaraciones del presidente electo de EU Donald Trump, porque los inversionistas buscan mayor seguridad y mayores rendimientos.
“Esto nos pone en una posición compleja, puesto que nuestro país está prácticamente obligado a replicar lo que decida la Reserva Federal, es decir aumentar las tasas en la misma proporción o en más, como sucedió esta reciente ocasión”, sin embargo, no se debe olvidar que es necesario buscar también mantener el recorte al gasto como una medida para enfrentar las difíciles circunstancias económicas, concluyeron los economistas.
afcl
