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Para algunos expertos, la economía mexicana presenta “señales de alerta” que pueden provocar un aletargamiento mayor de la actividad productiva en el país, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Un claro ejemplo, expuso, es el crecimiento de 2% previsto para este año y la ligera expansión de 2.3% para 2017.

“Se percibe que la inflación seguirá al alza para finalizar el año en niveles de 3.3% y en 2017 en 3.6%, lo que anticipa que seguirán las presiones cambiarias sobre los precios al consumidor y sobre el salario real, con la posibilidad de que el consumo se vea afectado”, dijo.

El comportamiento del sector externo también refleja signos preocupantes porque la cuenta corriente de la balanza de pagos terminará en cerca de 3.2% del PIB y los flujos de inversión extranjera directa serán insuficientes para cubrir ese faltante en 2016 y 2017.

Esto significa que se mantendrán las presiones en la paridad cambiaria, subirá la tasa de interés, lo que se va a traducir en 5.5% para los Cetes a 28 días en 2017, lo cual incidirá en el crecimiento del país.

De darse estos dos escenarios en 2016 tendremos un crecimiento de 2% para 2016 y 2.3% para 2017, “porcentajes que cada vez se acercan más al nivel mínimo del rango estimado en el paquete económico 2017”, aseveró en el documento Análisis Económico Ejecutivo.

Los economistas del organismo aseguraron que es indispensable acelerar la instrumentación de acciones que contribuyan a tener un ambiente de negocios propicio para impulsar un mayor ritmo de avance de la economía, como la reforma energética que atraerá más inversión, creará empleos y dará crecimiento al país.

“El recién proyecto de negocios que presentó Pemex para el periodo 2016-2021, contempla medidas que revitalizarán la actividad petrolera en el mediano y largo plazo, de tal forma que irá retomando su fuerza como generador de crecimiento e incidiendo positivamente en los niveles de competitividad de la economía del país”, indicaron.

La semana pasada el director general de Pemex, José Antonio González Anaya, presentó un plan de reactivación en el que propone alcanzar un superávit primario de 8.4 mil millones de pesos en 2017, con lo que se terminarán con cuatro años seguidos de déficit.

Se espera un balance financiero negativo de 149 mil millones de pesos en 2016, el cual será superávit de 43 mil millones de pesos en 2021; mientras que se prevé que la producción de crudo sea de un millón 944 mil barriles por día, como se aprobó en el Congreso. Aseguraron que este plan es necesario implementarlo frente a la debilidad que muestra la economía.

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