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De concretarse las propuestas planteadas por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, durante la campaña electoral podrían desatar una guerra comercial, involucrando sobre todo a México y China, de acuerdo con un análisis del Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE, por su siglas en inglés).

El ejercicio realizado antes de las elecciones del pasado 8 de noviembre señala que en estados como California y Texas, la materialización de la política comercial esbozada en los últimos meses provocaría la pérdida de hasta 640 mil y 394 mil empleos, respectivamente.

El análisis incluyó tres escenarios de represalia plausibles bajo las propuestas de Trump para aplicar aranceles punitivos contra las importaciones de China y México, explicó Marcus Noland, vicepresidente ejecutivo y director de estudios del instituto.

“Las cadenas de suministro son ahora omnipresentes. Están fuertemente orientadas hacia México y China. Cerrar el comercio con ambos países tendría efectos relacionados en formas que la gente no se imagina”, señaló Noland.

En el primer escenario, de una guerra comercial total, Estados Unidos impondría un arancel de 45% a las importaciones no petroleras de China y de 35% para México.

En este escenario, China y México responden recíprocamente, imponiendo los mismos aranceles a las exportaciones estadounidenses.

El segundo plantea una guerra comercial abortada, en la que los aranceles se imponen por sólo un año, tanto porque China y México ceden ante las demandas de Estados Unidos, el Congreso estadounidense anula la acción, el presidente Trump pierde en tribunales o el clamor público es tal que la administración se vea obligada a cancelar las medidas.

En el último caso, de una guerra comercial asimétrica, China y México no responden con un arancel general, pero tomarían represalias para otras ramas industriales específicas.

“Hay una amplia franja de estados que pierden de 4% a 5% de empleos. Y aquí se incluye una serie de estados llamados de campo de batalla (que no tienen una tendencia política marcada). Tenemos Carolina del Norte en ese grupo, Pennsylvania, Ohio, Wisconsin”, dijo Marcus Noland.

“Por lo tanto, es un escenario en el que hay una recesión, pérdida significativa de empleo en todo Estados Unidos, e incluso analizamos áreas específicas. Los condados más afectados resultan ser dos en el norte de California, que pierden 7%”, agregó.

Además, estimaciones realizadas por el instituto sugieren también que aprobar el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) reportaría cerca de 130 mil millones de dólares en beneficios anuales a la economía estadounidense.

Por lo tanto, la oposición al tratado equivale a ganancias económicas perdidas, así como dañar el interés diplomático de Estados Unidos en Asia, algo sobre lo que habrá que insistir eventualmente, comentó Noland.

Históricamente, Estados Unidos ha tenido relaciones muy problemáticas con México, añadió. El TLCAN fue un verdadero punto de inflexión. Fortaleció el proceso de reforma económica, política y social en México y puso las relaciones bilaterales en un camino mucho más positivo.

“El hecho de que Estados Unidos se retire del TLCAN supondría un duro golpe para la economía mexicana e, irónicamente, podría dar mayores incentivos para la migración ilegal y el narcotráfico”, advirtió.

Gary Clyde Hufbauer, investigador senior del PIIE, señaló que no se deben desestimar los cambios que Trump podría imprimir a la política económica y comercial de EU.

“Podría usarlos [los poderes del Ejecutivo], pero habrá represalias. Habría gente sin trabajo en Estados Unidos, porque sus fábricas no pueden conseguir las piezas y los componentes que necesitan”, destacó.

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