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ruben.migueles@eluniversal.com.mx
La inflación en septiembre tuvo un aumento mensual de 0.61%, su mayor alza desde noviembre de 2014, reflejando la depreciación del peso frente al dólar, el repunte en precios de productos agropecuarios, así como el aumento en la gasolina de bajo octanaje.
Con base en los datos que reportó ayer el Inegi, las alertas en materia de inflación se encienden para México, consideró Rogelio Ramírez de la O, consultor y analista económico, director de la firma Ecanal.
“Se prenden las alertas en materia de inflación, y muestra de ello es que el Banco de México reaccionó subiendo la tasa ante las presiones en el tipo de cambio”, afirmó. Sin embargo, consideró que hay capacidad para reaccionar a esas alarmas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la tasa de inflación anual llegó a 2.97%, la cifra más elevada desde mayo de 2015, ubicándose muy cerca de la meta objetivo de 3% del Banco de México en materia de precios.
Ramírez de la O consideró que el indicador cerrará el año en un rango de entre 3.3% y 3.5% anual. A su vez, los especialistas consultados esta semana en un sondeo de CitiBanamex ubicaron su proyección al respecto en 3.2% anual, por arriba del dato de 3.08% de la encuesta previa.
Entre los productos y servicios con mayores alzas en septiembre destacaron el jitomate, con un repunte mensual de 38.54%; tomate verde (23.05%), cebolla (19.50%) y gasolina de bajo octanaje (0.52%).
El índice de precios subyacente, que no considera los precios de productos agropecuarios y energéticos, avanzó 0.48% mensual, con lo cual su variación anual rebasó por primera vez después de 20 meses el límite de 3%, para ubicarse en 3.07%.
La tendencia presentada por el componente subyacente del índice, particularmente en el rubro de mercancías, se ha posicionado como un importante factor de incidencia al alza del traspaso de la depreciación del peso frente al dólar a la inflación, con miras a prolongarse, comentó Mariana Ramírez, analista económica de grupo financiero Ve por Más.
El alza de precios del componente de mercancías, en particular en alimentos, bebidas y tabaco, implica un riesgo al alza para la inflación al cierre del año, dijo Eduardo González, analista económico de CitiBanamex.
El grupo financiero no desestima que el riesgo de un mayor impacto del tipo de cambio sobre los precios continúa latente.
El alza de la inflación impacta en el bolsillo de los consumidores y en sus expectativas de compra, pues anticipan que la depreciación del peso se reflejará en aumento de precios, factor que incidió en que la confianza del consumidor registre su nivel más bajo de los últimos seis años.
A mayor inflación, los consumidores defienden su ingreso, lo que se puede reflejar en posponer decisiones de compras, optar por productos más económicos o dejando de adquirir algunos bienes y servicios que consideran superfluos, como viajes o eventos de entretenimiento.