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Este domingo concluye el horario de verano a las 02:00 horas, por lo que será necesario atrasar los relojes una hora al irse a dormir el sábado, con la excepción de algunas zonas del país.

De acuerdo con el Fideicomiso para el Ahorro de Energía (FIDE), el cambio de horario se realiza para promover el ahorro de energía al aprovechar la luz solar, y también como medida para evitar la emisión de contaminantes.

El horario de verano que inició el 3 de abril contribuyó a reducir este año la emisión de 468 mil toneladas de bióxido de carbono a la atmósfera, que es uno de los contaminantes que provocan el efecto invernadero.

De acuerdo con la Secretaría de Energía, se estima que la medida generó en 2016 un ahorro económico de casi mil 420 millones de pesos, con base a un costo medio de la energía eléctrica de 1.37 pesos por kilowatt/hora

Además, hay un ahorro importante en el consumo de energía eléctrica, mismo que se calculó en mil 30.4 gigawatts/hora, que equivalen a abastecer de electricidad a 539 mil hogares durante todo un año.

El horario de verano fue usado por primera vez durante la Primera Guerra Mundial, con el objetivo de ahorrar carbón para destinarlo a uso militar.

Alemania y otros países fueron los primeros en aplicar el cambio en 1916, señaló la legisladora panista Mariana Gómez del Campo.

Indicó que en México la medida se implementó en 1996, salvo en Sonora, estado en el que no se aplica el horario de verano, a la par de su vecino estadounidense Arizona, donde tampoco se realiza el ajuste de los relojes.

El FIDE detalló que el cambio de horario funciona en dos fases. La primera, en 33 municipios fronterizos inicia el segundo domingo de marzo y termina el primer domingo de noviembre, a fin de homologar su horario con el de la zona fronteriza estadounidense, cuyo horario cambia en esas fechas.

La segunda fase, para el resto del país (salvo en Sonora y Quintana Roo) inicia el primer domingo de abril y termina el último domingo de octubre, en los que la medida es más que atinada por lo marcado de las estaciones del año, y los estados del sur, en los que los cambios de estación son menos notorios.

El organismo que da seguimiento a los efectos económicos del cambio señaló que de 1996 a 2014 el horario de verano dejó un ahorro de 21 mil 807 gigawatts/hora en consumo eléctrico.

Los ahorros alcanzados en 2016 equivalen a 4.7% del consumo de energía eléctrica que se evitó en los últimos 18 años con este esquema.

La legisladora panista señala que para muchos la única justificación de adelantar el reloj y empezar los días aún de noche, es que haya un ahorro de energía a pesar de que se incrementa el uso de luz artificial por la mañana.

Se ha cuestionado que dicho ahorro no se ve reflejado de manera contundente en los recibos de la energía que pagan los consumidores, pero se debe ser conscientes de que existe un beneficio para la sociedad y una importante contribución al medio ambiente.

“Bien vale la pena el sacrificio de sentirnos desvelados una semana (alteración de los ritmos circadianos) en lo que se adapta nuestro cuerpo, si eso implica que México emita menos contaminantes a la atmósfera y que pongamos nuestro granito de arena para que la calidad del aire sea mejor”, manifestó Gómez del Campo.

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