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El Banco Mundial aumentó su previsión de los precios del petróleo crudo para el próximo año, al pasar de 53 a 55 dólares por barril.
El organismo internacional mejoró la proyección debido, principalmente, a que los miembros de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se preparan para limitar su producción después de un largo periodo que permaneció sin restricciones.
En este contexto, los precios de la energía, que incluyen petróleo, gas natural y carbón, se proyectan para saltar casi 25% el año próximo en general, un aumento mayor de lo previsto en julio pasado, de acuerdo con el estudio más reciente del Banco Mundial sobre las Proyecciones del Mercado de Materias Primas, donde se espera que los precios del crudo se ubiquen en un promedio de 43 dólares por barril este año.
“Esperamos un sólido aumento de los precios de la energía, especialmente petróleo, el próximo año”, dijo John Baffes, economista senior y autor principal del estudio. “Sin embargo, existe una considerable incertidumbre en torno a las perspectivas a la espera de los detalles y la aplicación del acuerdo de la OPEP, que, si se lleva a cabo, tendrá un impacto importante en los mercados del petróleo”.
El 28 de septiembre, la OPEP acordó limitar la producción de petróleo crudo a 32.5-33 millones de barriles por día, que puso fin a dos años de producción sin restricciones. Esto marcó un cambio de política importante, especialmente para Arabia Saudita, el mayor productor de la organización.
Los detalles del acuerdo deben ser anunciados en la reunión del grupo el 30 de noviembre. La República Islámica de Irán, Libia y Nigeria (todos ellos miembros de la OPEP), es probable que sean exentos de los límites de producción debido a las pérdidas anteriores.
El acuerdo, en caso de aplicarse, sería el primer recorte de producción desde 2008. La OPEP también está preparando un entorno para las consultas con los productores no OPEP, incluyendo la Federación Rusa.
El estudio incluye un análisis especial donde se advierte que los acuerdos de los productos básicos tienen una capacidad limitada para influir en el mercado y, finalmente, colapsan, a menudo con consecuencias no deseadas para los productores.
En el caso de la OPEP (la última organización sobreviviente de materias primas), el acuerdo trata de influir en los mercados, guiando los precios globales del petróleo hacia una estabilización y recuperación, lo cual en opinión de los especialistas del Banco Mundial, será un gran reto en presencia de los productores de petróleo no convencionales, en particular la industria del petróleo de esquisto en Estados Unidos.
El estudio advierte una modesta recuperación para la mayoría de las materias primas en 2017. Se espera que los precios de los metales y minerales suban 4.1% el próximo año, una revisión al alza de 0.5 puntos porcentuales debido a la creciente escasez de la oferta. El oro se prevé que disminuya ligeramente el próximo año a mil 219 dólares por onza, producto de la probable alza de las tasas de interés.
Asimismo, se espera que los precios agrícolas aumenten 1.4% en 2017, un poco menos de lo esperado en julio, pues se proyecta que los precios de los alimentos subirán de forma más gradual de lo previsto (1.5%). Se pronostica que los importes de los granos suban 2.9% el próximo año, mientras que aceites y harinas aumenten a un ritmo más lento de lo esperado: 2%.
“Los bajos precios de las materias primas de las economías emergentes exportadoras parecen haber tocado fondo”, dijo Ayhan Kose, director del grupo de perspectivas de desarrollo del Banco Mundial. “Se espera que el crecimiento en este grupo de economías podría estar cerca de cero para el año. Las autoridades deben poner en práctica estrategias que fomenten el crecimiento, como las inversiones en infraestructura, salud y educación”.