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El entorno global más complicado y el recorte al gasto público por 239 mil 700 millones de pesos para 2017 van a dejar como consecuencias que haya un menor crecimiento económico y una caída en la plataforma de producción del petróleo mexicano para el próximo año, previó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

De acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica 2017 que propuso el Ejecutivo al Congreso de la Unión, se estima una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 2% y 3% para el siguiente año.

Se trata de una revisión a la baja respecto a los cálculos que había hecho la dependencia en marzo del año pasado, cuando consideraba un rango de entre 2.6% y 3.6%.

Riesgos para la economía. En el documento que debe avalar el Poder Legislativo, la dependencia federal detalló que el entorno macroeconómico del país previsto para 2017 está sujeto a diversos riesgos, que de materializarse pueden generar un efecto negativo sobre el país.

Los más importantes son un menor dinamismo de la economía de Estados Unidos, un debilitamiento del PIB mundial, una elevada volatilidad en los mercados financieros así como una menor plataforma de producción de petróleo a la prevista.

Aun cuando se anticipa un entorno económico menos dinámico, Hacienda espera que continúe el fortalecimiento de la demanda interna.

Implica que siga la generación de empleos formales, la expansión del crédito, un aumento del salario real y una mejoría paulatina de la confianza de los consumidores y las empresas.

También se anticipa que haya una expansión de los sectores de construcción y servicios menos vinculados con el sector externo.

Para 2017 se proyecta que la inflación se ubique en 3% al cierre del año, en línea con los objetivos del Banco de México.

El tipo de cambio se anticipa en 18.20 pesos por dólar, un dólar más caro si se considera que en abril las estimaciones de este indicador previeron una cotización de 17.20 pesos.

Para la cuenta corriente anticipan un déficit de 33 mil millones de dólares, equivalentes a 3% del PIB.

El precio del petróleo se planteó en 42 dólares por barril, los cuales están asegurados luego de la adquisición de la cobertura y por los recursos que se van a depositar en el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios.

Derrumbe del crudo. El gobierno federal mexicano prevé una caída de la producción del petróleo de 9.4% para 2017, un ajuste sin precedente para efectos presupuestales.

Este escenario implica que México deje de producir 202 mil barriles diarios en promedio el próximo año.

La plataforma de producción que calcula el gobierno en el paquete económico, a través de Petróleos Mexicanos, es de un millón 928 mil barriles diarios en promedio, cuando para 2016 la cifra se ubica en 2 millones 130 mil toneles.

Como consecuencia, se prevé un impacto negativo para las exportaciones de petróleo crudo.

El documento enviado por la Secretaría de Hacienda al Congreso de la Unión plantea que va a ser necesario reducir los embarques de aceite en 201 mil barriles diarios, lo que representa una reducción de 20.5%, también un nivel sin precedente.

De esta forma, los excedentes del hidrocarburo mexicano para exportar van a caer de 976 mil barriles diarios a 775 mil, con el consecuente impacto en el nivel de ingresos de divisas para el siguiente año.

La autoridad hacendaria sostiene que la estimación propuesta considera la volatilidad e incertidumbre que imperan en el entorno actual y busca reflejar la evolución reciente de las perspectivas del mercado.

No obstante, prevé que las estimaciones para 2017 y años posteriores no consideran el impacto que pudiera derivarse del Plan de Negocios de Pemex que se va a presentar con posterioridad al paquete económico 2017.

Por ello, “se espera que el próximo año la plataforma de producción de petróleo registre una caída respecto a 2016, debido fundamentalmente a la declinación natural de los campos maduros, principalmente del activo integral Cantarell, lo que repercutirá en que las proyecciones de producción de todas las regiones sean inferiores a las producciones estimadas para 2016”.

Cumple compromiso. La advertencia de las agencias calificadoras de bajar la nota crediticia de México no dio margen al gobierno federal para continuar con un balance fiscal deficitario, y por primera vez desde 2008 se propuso un superávit.

De acuerdo con el documento, se propone que exista un superávit de 0.1% del PIB en la medida más estrecha del balance, lo que también implica un margen positivo primario, estimado en 0.4% del PIB.

“La reducción del déficit no implica disminuciones en la inversión con alto impacto social y económico, que busca promover un desarrollo incluyente. Al incorporar estas inversiones, se propone un déficit de 2.4% de PIB”, detalló Hacienda en el documento.

Además, se plantea en la mesa hacer el esfuerzo adicional de reducción en los Requerimientos Financieros del Sector Público para alcanzar una meta de 2.9% del PIB en 2017.

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