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Para 2017, el combate al rezago en el campo es uno de los sectores más afectados por el recorte al gasto, al proponerse una asignación presupuestal 16.4% menor en comparación con la que se aprobó para este año.
Según el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2017 que el Ejecutivo entregó al Congreso de la Unión, se propone un gasto de 304 mil 751 millones de pesos para el Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable (PEC).
El PEC es el programa transversal que involucra a varias secretarías de Estado que tiene como propósito impulsar acciones concurrentes en el medio rural, el combate a la pobreza, financiamiento al campo, salud, educación, empleo, vivienda, infraestructura y cuidado al medio ambiente así como construcción de caminos tenencia de la tierra y turismo.
Todo por mejorar el bienestar de la población con actividades agrícolas, que garantice el desarrollo de comunidades rurales, en línea con las metas nacionales establecidas en el Plan Nacional del Desarrollo 2013-2018.
Sus recursos se distribuyen en 10 vertientes para elevar la productividad, otorgar financiamiento, cuidar el medio ambiente, garantizar la educación y salud, y proveer de infraestructura.
Por lo general, la vertiente de desarrollo social es la que más recursos concentra, con casi 30% cada año.
De aprobarse la reducción al PEC, sería el tercer año en que se le recortan recursos, porque desde 2015, cuando comenzó la política de ajuste en el sector público por el contexto internacional adverso, se ha visto afectado.
En 2016 sufrió una baja de 3%, equivalente a 15 mil 48 millones de pesos para quedar en 336 mil 523 millones.
Para el PPEF de 2017, la propuesta es de un ajuste de 16.4%, es decir, 48 mil 91 millones de pesos, con un total de 304 mil 751 millones.
Campo en la formalidad. De aprobarse, sería el mayor sacrificio que se le va a pedir a este programa. Desde que se creó es uno de los que genera más controversia y debate en las discusiones del presupuesto federal en la Cámara de Diputados.
El recorte se da en momentos en que las actividades primarias se están
desacelerando; entre abril y mayo reportaron una baja de 0.3% en comparación al primer trimestre del año.
También se da en un contexto en el cual se están haciendo grandes esfuerzos por llevar a la formalidad a los productores del campo con su respectiva contribución de ingresos fiscales.
El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados pone de relieve que del padrón de contribuyentes activos registrados, de 53.3 millones en el Servicio de Administración Tributaria, 3.4 millones realizan actividades de agricultura, ganadería, aprovechamiento forestal, pesca y caza.
De estos, 3.2 millones son personas físicas, de los cuales 1.3 millones con actividad empresarial y 1.9 millones sin actividad empresarial, y 162 mil 590 son empresas.
A su vez, dentro de los 4.6 millones de contribuyentes inscritos en el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), 17 mil 705 son del sector agropecuario.
Pagan impuestos. La contribución del sector a la recaudación tributaria en el segundo trimestre es importante, según destaca el CEDRSSA porque tan sólo por el impuesto sobre la renta, el sector pagó 5 mil 176 millones de pesos, de esa cantidad, 4 mil 102 millones correspondió a empresas y mil 73 millones a personas físicas.
En tanto que la captación a través del IVA, el IEPS y grandes contribuyentes, la recaudación fue negativa en 8 mil 366 millones de pesos; mil 84 mdp y 301 mdp, respectivamente.
