El peso mexicano podría caer a nuevos mínimos históricos en el corto plazo golpeado por la incertidumbre desatada por las reñidas elecciones en Estados Unidos, mientras las autoridades parecen haberse quedado sin armas para frenar el declive que ubica a la moneda como las más perdedoras entre las 10 más negociadas del mundo.

En lo que va del trimestre, la moneda mexicana ha recibido el máximo castigo entre estas divisas con una baja superior al 5%, más que duplicando la depreciación del dólar canadiense, que va de segundo en la lista.

Y aunque la Comisión de Cambios de México, integrada por funcionarios del banco central y la Secretaría de Hacienda, ha dicho que saldría a vender dólares en defensa de su moneda ante la ocurrencia de "un fenómeno especulativo específico al peso mexicano", hasta la fecha ha estado inactiva.

Analistas creen que la razón de esta quietud es la admisión del poco impacto que tendría esta medida en un mercado tan líquido como el del peso, en el que se negocian a diario unos 112 mil millones de dólares, de acuerdo con datos del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés).

"Sólo le haría cosquillas un tiempo y luego (el peso) se continuaría debilitando", dijo Pedro Tuesta, economista de la consultora 4CAST en Washington, consultado sobre una eventual intervención en el mercado cambiario.

Si bien es cierto que casi todas las divisas mundiales se han visto presionadas principalmente por las apuestas sobre el futuro de las tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos y la debilidad de los precios del petróleo, algunos expertos aseguran que el peso estaría recibiendo un castigo extraordinario.

"El tipo de cambio hoy es una anomalía si lo comparas con otras monedas", dijo Alonso Cervera, economista jefe para México de Credit Suisse.

"Si la contienda presidencial en Estados Unidos sigue apretada yo creo que eso le va seguir generando presiones de depreciación", agregó.

TRUMP SUBE, PESO BAJA

El lunes, el peso tocó un mínimo de casi 12 semanas, a 19.19 por dólar, tras conocerse que la candidata demócrata Hillary Clinton sufría neumonía, una noticia que hizo patente de nueva cuenta el nerviosismo de inversionistas ante un eventual triunfo en las elecciones en Estados Unidos del contendor republicano, Donald Trump.

Y en mayo, un día después de que Trump se convirtiera en virtual candidato tras la dimisión del aspirante Ted Cruz, el peso también registró un revés notable y tocó entonces su peor nivel en casi cuatro semanas a 17.843 por dólar.

El magnate ha amenazado con retirar a su país del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pilar de la integración industrial de México y Estados Unidos, y asegura que construirá un muro fronterizo entre ambos países.

Sin embargo, el secretario de Hacienda de México, José Antonio Meade, afirmó el jueves que no están seguros de que los avances de Trump sean un tema puntual que esté afectando a la moneda.

El peso tocó su peor nivel histórico el 24 de junio, a 19.5225 por dólar, por un tema distinto a Trump que fue el resultado del referendo que decidió la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Y es probable que este récord se rompa en las siguientes semanas, según analistas. La divisa operaba el jueves en 19.22 por dólar.

Otro factor que estaría frenando a las autoridades a intervenir en el mercado sería evitar reducir el nivel de reservas internacionales, actualmente en 176,302 millones de dólares, y cuya acumulación ha sido mermada por la caída de ingresos por exportaciones petroleras del país.

Para Tuesta, la falta de efectividad de las medidas para apuntalar al peso no solo se limita a las intervenciones sino también a los dos aumentos en la tasa de interés de referencia que el banco central mexicano ha hecho este año.

"Banco de México ha subido 100 puntos (la tasa de interés) básicamente por el peso, y el peso igual sigue encima de 19 (por dólar)", agregó.

La tasa clave se ubica actualmente en 4.25 por ciento y se espera que el ente emisor la vuelva a subir en línea con la Fed, que se reunirá la próxima semana.

Más allá de los mercados, el eventual impacto sobre la economía de un peso más débil dependerá de la duración del fenómeno.

"Si llegamos a 20 (por dólar) mañana, que no es improbable, (...) y la próxima semana estamos otra vez en 18.80 no creo que tenga mucha implicación. Si se queda presionado en 20, digamos por los próximos tres meses, pensaría que va a haber un impacto importante", afirmó Benito Berber, economista de Nomura.

Un peso muy débil por mucho tiempo podría presionar a la inflación local, que alcanzó este año mínimos históricos y se ubica debajo del objetivo del banco central de 3.0 por ciento +/- un punto porcentual, un importante logro para las autoridades locales.

tcm

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses