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maria.saldana@eluniversal.com.mx
La corrupción en México representan un daño económico como proporción del PIB mayor que el promedio mundial, reconoció la Organización de Estados Americanos (OEA).
El secretario general de la OEA, Luis Almagro Lemes, dijo que mientras en el mundo la pérdida promedio por corrupción equivale a 2% del PIB, en México llega a 10%. Pero el caso más extremo se da en Venezuela, agregó.
Durante el Foro Empresarial Anticorrupción que organizó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el presidente del organismo, Gustavo de Hoyos, explicó que los porcentajes son sólo estimaciones, porque no se puede medir realmente el problema.
“Las estimaciones hablan de 10% del PIB en el caso mexicano y el secretario de la OEA dijo que el promedio mundial es cercano a 2%. Es grave 2%, pero más grave que en México sea cinco veces mayor”, expuso.
Sobre todo si algunas estadísticas internacionales ubican al país entre las naciones con menor transparencia, lo que contrasta con el tamaño de la economía mexicana, considerada la número 13 global.
Luis Almagro y Gustavo de Hoyos coincidieron en que es importante que el actuar de los funcionarios públicos sea más transparente.
Por ejemplo, dijo que la declaración patrimonial de los funcionarios sea pública y que haya seguimiento. Debe seguirse el principio máximo de publicidad, coincidieron.
Luis Almagro indicó que el Sistema Nacional Anticorrupción es un primer paso que se da en México contra ese flagelo, pero debe de aterrizarse con instituciones fuertes que realmente apliquen la ley. Es la oportunidad de que la legislación lleve a la acción y que de manera específica se actúe contra la corrupción.
Agregó que “independiente de las medidas que tome cada estado, les corresponde a las empresas establecer mecanismos de control interno que permitan detectar y erradicar esta práctica como medio de acceder a concesiones del estado o para que se les adjudique la ejecución de obras públicas o la provisión de bienes y servicios a las entidades”. Almagro dijo que el sector privado “es parte del problema y parte de la solución”.
El presidente de Grupo Marhnos, Nicolás Mariscal; el CEO de Coppel, Agustín Coppel Luken; y el CEO de CompuSoluciones, José Medina Mora, admitieron que también hay corrupción en la iniciativa privada.
El director del Instituto Mexicano de la Competitividad, Juan Pardinas dijo que así como el SAT es un músculo que ayuda a recaudar los recursos de los ciudadanos se debe buscar un instrumento que de la misma manera combata la corrupción.
