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México se ha convertido en uno de los países que mayor provecho están obteniendo con la venta de gas natural producido en Estados Unidos.

Según información de los departamentos de Energía y de Comercio de Estados Unidos, el precio de exportación que le fijan a México es el más bajo de todo el portafolios de clientes que los productores norteamericanos tienen en el mundo.

En marzo, cada millón de pie cúbico (unidad para el mercado estadounidense) que fue exportado a México tuvo un precio de 1.88 dólares.

Esa cotización fue incluso menor al promedio nacional fijado por ese país para efectos de transacciones comerciales con el exterior, estimado en ese mismo mes en 2.03 dólares y menor al nivel de 1.99 dólares con el que se tasaron las exportaciones hacia Canadá, que es el principal mercado de los productores del vecino país.

Las estadísticas del gobierno estadounidense difundidas a través de la Energy Administration Information (EIA) arrojan que entre diciembre de 2015 y marzo pasado, el gas natural que se embarcó a México tuvo una reducción de precio de 18.2%.

Esta situación permitió que Petróleos Mexicanos (Pemex) elevara en 40.4% sus importaciones en los primeros cuatro meses del año, equivalente a comprar 504 millones de pies cúbicos más que en el mismo periodo del año pasado, y que su precio sólo haya aumentado 5.2%.

Hasta ahora, la disponibilidad de gas de importación barato le ha permitido no sólo a Comisión Federal de Electricidad, sino también al sector empresarial, utilizarlo como principal combustible en sus procesos. En México, según el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 2016-2030, predomina la generación de electricidad a partir de plantas de ciclo combinado, que utilizan gas natural de manera intensiva.

Actualmente, en el país operan 63 centrales eléctricas de este tipo, que representan 35.3% de la capacidad instalada y 50.1% del total de generación eléctrica del país.

En Tamaulipas, Veracruz, Baja California, Nuevo León y Chihuahua se concentra 57.4% de la capacidad instalada y 59.7% de la generación mediante ciclos combinados.

De hecho, más de la mitad de la demanda de gas natural corresponde al sector eléctrico.

A partir de 2009, la reducción de la producción de gas por parte de Pemex y la caída de los precios de los combustibles en Estados Unidos, “han resultado en el incremento sostenido de las importaciones, las cuales han registrado una tasa media de crecimiento anual de 15%”, explica la Secretaría de Energía (Sener) en el Prodesen.

Entre los beneficios observados por el acceso al gas barato producido en Estados Unidos, es la reducción de las tarifas eléctricas para los sectores industrial, comercial y doméstico.

Según CFE, en mayo pasado se acumularon 17 meses consecutivos de reducción de tarifas eléctricas como resultado de disminuir progresivamente su consumo de combustibles caros y contaminantes, como el combustóleo y el diesel, por otros más baratos como el gas natural y la energía hidroeléctrica.

Entre 2012 y el cierre del año pasado, la empresa eléctrica redujo consumo de combustóleo para los procesos de generación de energía eléctrica en 48%.

Esto se pudo lograr por la disponibilidad de gas natural, señaló CFE, tanto para la industria nacional como para los procesos de generación de electricidad de la propia empresa productiva del Estado.

No obstante, la operación de las centrales eléctricas de ciclo combinado está descansando en gas de importación.

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