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El juez José Francisco Pérez Mier, prohibió la entrada de papa fresca de Estados Unidos a México, por constituir un riesgo latente a la biodiversidad y contaminación del suelo ante la probable propagación de 63 plagas, ya que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), no adoptó las medidas fitosanitarias adecuadas para su ingreso seguro.
El titular del Juzgado Séptimo de Distrito con sede en Los Mochis, Sinaloa, declaró en un comunicado como inconstitucionales las medidas adoptadas por Sagarpa, pues violan los derechos humanos a un medio ambiente adecuado, a la seguridad alimentaria, al desarrollo económico sustentable, a la legalidad, fundamentación y motivación, consagrados en los artículos 4°, 14, 16 y 25 constitucionales.
Además, Pérez Mier aseguró que la actuación de las autoridades colocó a la población en un estado de vulnerabilidad, al implementar medidas deficientes ante la apertura comercial del tubérculo, asumiéndose injustificadamente el riesgo de contaminación de los suelos y destrucción de la biodiversidad.
Explicó que la dispersión de dichas plagas en el campo mexicano generaría dependencia alimentaria de un producto estratégico para cubrir las necesidades nutrimentales de los mexicanos, pues la destrucción del sector papero conlleva a una dependencia total de los productores internacionales y la desaparición de empleos directos e indirectos en más de 300 mil familias en todo el país, sin que pueda alegarse que existe déficit en la producción mexicana, en virtud de que del análisis efectuado por las autoridades responsables se basa en estudiar la oferta interna del producto más no así la demanda.
Agregó que actualmente a los productores de papa mexicanos se paga entre un peso con cincuenta centavos y cuatro pesos el kilo de papa y en los supermercados se vende a un precio mucho mayor, lo que demuestra plenamente que los precios no están relacionados con el costo de producción, sino con el manejo que realizan las trasnacionales al momento de vender la papa en el supermercado, lo cual no está sujeto a control alguno.
