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maria.saldana@eluniversal.com.mx
El comportamiento negativo del comercio exterior del país en el primer trimestre de 2016 es una señal de que se puede reducir la velocidad en la creación de empleos, aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Con la baja actividad en sector externo en el corto y mediano plazos, el motor y base del crecimiento económico del país va a ser el mercado interno, aseveró el organismo.
Aunque México pudiera crecer a un ritmo anual de 2.5% en 2016, y a pesar de que la cifra es mucho mejor a la que registrarán otros países, el CEESP reconoció que “en país de ciegos el tuerto es rey”.
El crecimiento económico del país promedió 2.4% anual en las últimas tres décadas, porcentaje insuficiente para revertir los niveles de pobreza y frenar la precarización del empleo.
El estudio semanal del organismo empresarial que dirige Luis Foncerrada Pascal, detalló que la debilidad del mercado mundial se tradujo en “efectos nocivos para la actividad económica” mexicana.
En las ventas al exterior se observó un comportamiento no visto desde 2009, sobre todo en las exportaciones manufactureras, luego de que disminuyeron 3.3%, provocando que las no petroleras cayeran 2.9% anual.
El problema, advirtió el CEESP, es que las expectativas avizoran que este comportamiento se va a mantener.
La contracción de las exportaciones “es probable ante el débil avance de la economía de Estados Unidos y su moderada expectativa para el corto plazo, como lo refleja el hecho de que la Reserva Federal haya decidido mantener sin cambio sus tasas de interés en su reciente reunión de abril”, aseguró el Centro.
Los pronósticos de que se va a tener bajo crecimiento van a retrasar las inversiones y en consecuencia la creación de empleos también.
En el Análisis Económico Ejecutivo, el CEESP aseveró que ante esta realidad es “fundamental insistir en el fortalecimiento de los mecanismos que permitan al mercado interno mantenerse como un motor del crecimiento, que contribuya a lograr un ritmo de avance económico suficiente para satisfacer las necesidades de la población”. Recordó que es necesario que también se revisen otros aspectos como “el gasto público ineficiente y la falta de inversión pública se han convertido en factores que restan puntos al crecimiento”.
A la fecha existen factores favorables para el mercado interno, cuyos indicadores reportan un buen comportamiento.
“El mercado interno ha sido el más dinámico y por lo tanto el de mayor incidencia en el crecimiento de la economía”, agregó.
Pero para que siga con esta trayectoria es importante hacer mejoras en temas como una mayor eficiencia del gasto público.
Hay que revertir los indicadores de desconfianza que reflejan que la población no percibe avances en Estado de derecho, corrupción, impunidad e inseguridad.
Se requiere un entorno de certidumbre que favorezca los flujos de inversión, lo que va a ayudar a mantener la fortaleza económica y la robustez del mercado interno.