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Bruselas.— El titular de la Secretaría de Economía, Idelfonso Guajardo, en compañía de la comisaria Europea de Comercio, Cecilia Malmstrom, anunció ayer el lanzamiento de las negociaciones para modernizar los tres pilares del Acuerdo Global entre México y la Unión Europea (conocido como TLCUEM), el cual entró en vigor desde 2000.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el funcionario adelantó que la primera ronda de negociaciones va a tener lugar eventualmente el 13 de junio en Bruselas y se va a centrar en el diseño de la hoja de ruta, así como en delinear los grupos que se van a encargar de actualizar el diálogo político, la cooperación y el tratado de libre comercio.
En el ámbito comercial, se prevé, durante el primer acercamiento, que las partes intercambien niveles de ambición, se establezcan las primeras listas de posicionamiento de acceso a mercados y que la Unión Europea explique el capítulo de protección recíproca de inversiones que incluyó en el acuerdo con Canadá para ver si se considera en el pacto con México.
Guajardo confía en que las negociaciones resulten menos complicadas que las celebradas en 1999, debido a que en aquella ocasión México fue el primer país de América en negociar un acuerdo de libre cambio con la UE.
Recordó que desde entonces México ha suscrito 12 tratados internacionales, al tiempo que los resultados del pacto con Europa son palpables: el comercio bilateral ha crecido en más de 250% y la UE se ha consolidado como la segunda región de origen de la inversión directa en el país. El volumen de inversiones de la UE en México fue de 119 mil millones de euros en 2014, y de México hacia Europa de 28 millones de euros.
Tampoco prevé que se dificulten las pláticas, cómo está ocurriendo en las negociaciones en curso entre Estados Unidos y la UE por dos temas sensibles: la introducción de un capítulo de protección recíproca de inversiones y la creación de un mecanismo de solución de disputas entre inversores y Estados.
En conferencia de prensa, Ildefonso Guajardo y Cecilia Malmstrom, indicaron que las negociaciones buscan mayor acceso al mercado agrícola, profundizar el comercio de servicios, ampliar la inversión, eliminar los obstáculos técnicos al comercio, transparentar los procesos de contratación pública, fomentar la propiedad intelectual, intensificar la participación de las pequeñas empresas, y actualizar las reglas de competencia.
