sara.cantera@eluniversal.com.mx
De acuerdo con el Inegi, el sueldo promedio de los trabajadores de la industria automotriz está por encima de las remuneraciones que se pagan en el sector manufacturero.
Un trabajador de la industria automotriz gana 18 mil 101 pesos mensuales, en promedio, mientras que un trabajador de la industria manufacturera tiene un sueldo mensual promedio de 11 mil 426 pesos.
En el rubro específico de fabricación de partes y componentes, el sueldo promedio mensual de un trabajador es de 10 mil 912 pesos.
En 2014, la industria automotriz generó 730 mil 923 empleos entre las armadoras y proveedores de autopartes de primer nivel, según el estudio Estadísticas a propósito de la Industria Automotriz del Inegi.
Respecto a si los sueldos del sector automotriz aún son muy bajos en comparación con los de Estados Unidos, el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís, comentó que las inversiones de las armadoras en los últimos años no sólo dependen de los sueldos sino de otros factores como la ubicación geográfica del país y la red de tratados comerciales.
“El atractivo de México para las nuevas inversiones no son los salarios en lo aislado. Los elementos más importantes para las nuevas inversiones están en la ubicación geográfica; la red de acuerdos comerciales, en un país que exporta 83% de lo que fabrica; los recursos humanos calificados tanto de técnicos como ingenieros; una cadena de proveeduría robusta y un gobierno promotor”, explicó Solís.
AMIA reconoció que existe una escasez de mano de obra calificada en algunos estados como Guanajuato, donde se han instalado diversas armadoras.
“En el Bajío llegó Honda, Mazda, creció General Motors en Silao y trajimos gente de todo el país para atender esa demanda”, explicó Solís. Ahora, para atender la demanda de mano de obra de nuevas plantas como la de KIA en Nuevo León y las que llegan a San Luis Potosí, como Ford, Toyota y BMW, la AMIA indicó que se crearon dos grupos de trabajo.
Uno que colabora con los clústeres para la manufactura automotriz
y el Grupo Nacional de Instituciones Académicas y Centros de Investigación para capacitar a las personas
que van a laborar en los centros de ingeniería.
Demanda de personal. AMIA trabaja directamente con el Conalep, pues 70% de la mano de obra que requiere la manufactura automotriz es de técnicos.
El presidente de AMIA comentó que además de la mano de obra, las armadoras demandan mayores servicios de salud que en algunos estados son insuficientes.
“Las decisiones de las empresas nos ponen en una situación crítica para atender esas demandas de servicios. En algunas entidades ha crecido más rápido la industria automotriz que los servicios como en El Bajío”, manifestó Solís.
El año pasado, la industria alimentaria generó 22.6% del PIB manufacturero; mientras que la industria automotriz le aportó 18.3%, de acuerdo con el Inegi.
